*Narra Emma*
Desde que tengo memoria, por películas, libros, novelas y cualquier otro medio, siempre, al ver esos chicos tan guapos de esas historias que te hacen llorar, reír, y con algunas incluso hasta cantar (te saliste del tema, ¡en lo que estábamos tonta!) bueno, a lo que quiero llegar es: ¿qué chica en su adolescencia, no ha tenido algún amor platónico? algún chico de una historia, de una serie, de una banda de música. Pues en mi caso es diferente, claro que tengo ese amor tan deseado, solo que el chico de mis sueños es algo así como un producto de mi imaginación; simplemente está en mi mente, justo como quiero que sea. Con ojos azul grisáceo rodeado por una selva de pestañas largas y negras al igual que su cabello carbón, una perfecta nariz perfilada que me conduzca a esos carnosos labios de un color rosa natural, pero sobre todo, que sea incomparablemente dulce, gentil, cariñoso, y tierno. ¿Es sinónimo de perfección, no es así?
Sí, definitivamente ese es mi amor platónico, el chico con el que siempre eh soñado, ese que he dibujado durante los últimos años, ese que hace que mi corazón palpite con fuerza de solo verlo en mis ilustraciones, ¿y quién no? si hasta mi mejor amiga (es decir, la dramática de Monique) dice que está bueno, a pesar de que ella solo ha visto algunos de mis dibujos.
Tal vez sea una obsesión, no niego que últimamente eh estado pensando más de lo usual en ese chico, ese sin nombre pero con imagen...
—Señorita Bonhan— una áspera voz enfadada me sacó de la ensoñación hipnótica en la que me había sumergido sin querer.Tal vez y solo tal vez debería dejar de traer al instituto ese cuaderno con los dibujos, siempre lograban distraerme por completo.
Y es que era inevitable, y mucho más en una clase tan aburrida como matemáticas. Simplemente yo viajaba a mi lugar feliz, donde estaba él, esperándome con los brazos abiertos y una hermosa sonrisa y yo encantada corría entre las nubes hacia mi chico, y nos fusionábamos en un romántico y profundo be... —Señorita Bonhan, ¿me está escuchando?— ¡joder! sucedió de nuevo. Si, definitivamente tengo un problema. ¿Y lo dudas?, Sonó una irritante vocecita en mi cabeza; puse los ojos en blanco y gruñí — ¿cómo se atreve a gruñirme? pero que falta de respeto—, la gruesa voz de la maestra me hizo pegar un brinco en mi asiento.
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El chico de mis dibujos© [COMPLETA libro I y II]
RomancePrólogo del libro I: "El chico de mis dibujos" Siempre que llegabas a mi mente, como un hermoso anhelo, tu imagen quedaba representada en las hojas de aquél cuaderno, ese cuaderno que decidí dedicarlo únicamente para ti, en el que las líneas de tus...