*Narra Emma*
Si, de ante mano tendría que bañarme con algún agua maría a ver si así la mala suerte finalmente se drenaba de un todo de mi cuerpo, y le daba marcha a buenas pasadas que me condujeran al éxito y así, poder ser alguien grande en un futuro.
Vale, ya hasta estaba hablando como universitaria ambiciosa o político en campaña, y lo peor de todo es que eso ya ni sentido tenía con lo que en realidad se estaba volviendo mi nuevo problema. Posiblemente debería dejar de irme por la tangente.
Resoplé tirándome el pelo por la cara tapando medio lado de ésta y exitosamente cumpliendo con mi objetico, impedir dejar a la vista, a su vista, el asqueroso y malogrado tumor que me había salido en la frente.
Con la respiración algo entrecortada -Como si eso fuese novedad- miré la pantalla encendida de mi celular casi que temblando.
¿Cómo es que un chico podía causar este efecto tan abrazador y violento en mí? ¿Acaso eran las hormonas? ¿Acaso así era el amor?
Solo él lograba hacerme sentir de esta manera tan embriagadora con solo una llamada. ¡Joder! Solo una llamada suya faltaba para acelerar mí ya de por si afanado pulso.
Meditándolo un par de segundos que parecían demasiado pocos y lentos, finalmente contesté la llamada, sintiendo un fogoso golpeteo en mi pecho.
Cuanto lo vi al otro lado del móvil, sentí que la respiración se me fue de momento, sentí mis pulmones arder pidiendo desesperadamente tan exigente fuente de vida, pero por el contario mi celebro no reaccionaba volviéndose víctima del doloroso y excitante palpitar de mi pecho. Mi corazón latía tan fuerte que incluso podía escuchar mi pulso en los oídos, rápido, feroz, brusco, ansioso.
¡Por las bragas de Madonna, dime que no estoy viendo a un Evans sin camiseta al otro lado de la pantalla!
Él por su parte solo me dedicó una divertida y llena de gracia sonrisa torcida, que de seguro era la respuesta a mi boca tan abierta y mi cara tan sorprendida.
¡Dios! ¿Qué mi corazón estuviese tan acelerado acaso se consideraba normal? ¿Qué no se le ocurrió que podía demandarlo por acoso a menores? ¡Esperen!... ¿Mostrarme su muy buen abdomen, o mejor dicho, su torso completamente desnudo podría considerarse un delito teniendo en cuenta que soy menor de edad?
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El chico de mis dibujos© [COMPLETA libro I y II]
Roman d'amourPrólogo del libro I: "El chico de mis dibujos" Siempre que llegabas a mi mente, como un hermoso anhelo, tu imagen quedaba representada en las hojas de aquél cuaderno, ese cuaderno que decidí dedicarlo únicamente para ti, en el que las líneas de tus...