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— Hola, ¿me pasas mi juguete? — Una voz tímida lo interrumpió de su sueño. Craig siempre se quedaba dormido en cualquier lado, ya que en su casa los llantos de su pequeña hermana menor eran muy fuertes para él y no lo dejaban dormir tranquilamente.

Era la primera vez que hablaba con ese Niño. Nunca lo había visto a decir verdad, ¿tal vez era de un curso menor?

— No — Dijo. Y le saco el dedo del medio, como típico Tucker. No sé espero para nada que ese niño de mejillas regordetas empezaría a llorar, "los niños de 6 años ya no lloran, Craig" le había dicho su papá. Pero al parecer él no seguía esa idea.

Todos los niños del patio se le quedaron viéndole e incluso uno ya había ido a contarle a la profesora. Entre ese barullo de niños chismosos Craig había escuchado el nombre del niño que tenía al frente, "Clyde"

— Tiene mi juguete — Había dicho este a la profesora una vez llego.

— Dale el juguete, Craig, o llamaré a tus padres — Dijo la profesora enojada con una mano extendida esperando que entregara las cosas.

Craig pensó en sus padres, sobre todo en su padre. Se lo imagino esperándolo en la puerta con un cinto entre sus manos y una sonrisa malévola, porque era malo. Claro que no era tan así, pero él tenía 6 años ¿que imagen iba a tener de un padre tan estricto?

Devolvió el juguete con la mano temblorosa pero con  los labios oprimidos casi evitando mostrar una morisqueta de nervios o un puchero, porque eso era para nenas, según le dijeron. También porque se dio cuenta de su error infantil, pero no quería admitirlo.

— Ahora, pide disculpas

"Maldita, profesora" pensó

— Perdón por agarrar tu juguete — Contesto — Es que no me gusto que hicieras tanto ruido mientras dormía

— ¿¡Enserio!? — Preguntó el niño. Craig nunca entendió de qué forma lo había dicho, nunca pudo descifrar lo que trasmitía esa cara que mostró en ese momento Clyde. Era algo así como una sonrisa ¿pero estaba llorando?

Unos días después descubrió que en realidad era curiosidad. Clyde empezó a hablarle, resulta que iba a su mismo salón, existía solo que a unas mesas mas atrás. Sufría de bullyng por ser gordito y sensible.

También le contó que un día había tratado de raparse el pelo con la maquinita de su papá, para hacerse el malo y evitar que lo molestaran pero no funcionó. Se rió bastante cuando se lo contó que incluso este mismo le había dejado de hablar unos días hasta que se disculpó.

Lo bueno fue que luego de que se convirtieran en amigos por alguna razón ya no lo molestaban.

Hasta la actualidad Craig nunca se había sentido atraído de alguna forma hacía su amigo. Por eso se sorprendió demasiado cuando el aroma a omega impactó contra su nariz, era totalmente otra cosa. 

Se asusto porque si ese efecto causaba ya de por si en el, sin problemas, entonces también lo haría en lo demás. El no quería que le pasara nada a su amigo, tampoco a su novio. Pensó en todos los omegas, y en todo lo que estarían pasando. Hablan incluso chicos que una vez marcados por adultos ya no podían hacer nada más y dejaban su vida por completo para sastifacer las necesidades de su alfa.

Pensó en Cartman, en su reciente pelea. Temió.

— De igual forma nos quedaremos aquí — Demandó — ¿Donde están tus padres?

— Salieron, estupido — Contestó molesto Clyde. Sin moverse ni un poco abajo de toda la montaña de ropa que él había creado — Si van a estar váyanse abajo.

— Es lo mejor — Repuso Tweek, aun si era un omega él también se había aturdido.

Agarro la mano de Craig y cerro la puerta con seguro, a pedido de Clyde.

Bajaron las escaleras hasta encontrarse con Token en el sillón. Este tenía la mirada perdida.

— ¿Es-está bien? — Tocó su hombro Tweek.

Este parpadeo unos segundos volviendo a la realidad y los miro a ambos.

— Chicos, tengo que decirles algo. — Aclaró su garganta — Es sobre Cartman y el porqué, creo, no vino hoy.

Craig quien había estado en silencio desde que salieron de la pieza de Clyde. Soltó una maldicion.

COMPLICATED ¡Omega-verse au! ✨Creek✨ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora