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Eran las una de la madrugada y Craig seguía impaciente tras la puerta. Esperando a que esta se abriera y le diera los resultados. No había nadie que lo acompañara más que la luz tenue del pasillo. Pocos asientos estaban ocupados en la sala de espera.

— No recuerda nada. — Dice el doctor al finalizar sus estudios y salir de su consultorio.

Craig lo mira desconcertado y aturdido. Agacha la mirada, mordiendo su labio inferior con fuerza y frustración solo para que aparecieran imágenes de lo ocurrido y de Tweek. Inevitablemente las lágrimas salen.

El doctor apoya una mano sobre su espalda en muestra de apoyo, sabía por lo que aquel chico había pasado. Un tiroteo no es entretenido de ver cuando involucra a seres queridos.

— Puedes entrar a verlo, si lo deseas. Pero no lo presiones, parece haber reprimido todo.

Craig asiente en su lugar y el doctor se va, la sala de espera de nuevo queda en silencio. Varias veces le había dicho a Tweek que no podría vivir si a él le llegaba a pasar algo y ahora estaba ahí, entre no saber qué hacer y una pequeña esperanza de que este estuviera vivo, ¿realmente Cartman se atrevería a matarlo?  ¿Porqué?

El no quería ser parte de eso, desde un principio no lo deseaba. En aquella noche luego de su encuentro y pelea en medio del camino a la casa de Clyde, no esperaba que las cosas siguieran. Debió acabar ahí.

Cuando se asomó a la puerta de la sala donde se encontraba Stan lo entendió. Nunca debió acercarse a ellos. Nunca debió pelear con Cartman, y nunca debió dejar a Tweek solo.

No solo había perdido a su novio, si no también a su grupo.

Stan estaba dormido, cansado mentalmente luego de todo. No estaba enterado para nada de que había un cuchillo justo arriba de su pecho. Ni de que podía morir ahí mismo.

— P-por que... por qué — Balbuceó Craig entre sollozos y la mano que sujetaba el arma temblorosa— El no hizo nada... a mi, ¡A mi me hubieran matado!

Stan abrió los ojos con esa imagen. La imagen de un Craig destruido y apuntó de cometer una total locura. Sus pecho se llenó de angustia, la poca capacidad para moverse lo hizo asustarse aún peor.

Craig se subió encima de él, importándole poco si le quitaba algo con su brusco movimiento. Su mano se dirigió a un punto específico. Su mente estaba en blanco cuando lo hizo.

Stan no dudo en gritar y llorar, pero ya no había solución.

Los doctores rápidamente entraron y agarraron a la fuerza a Craig. Entre tantos gritos uno aviso para que llamaran a la policia pero aquel mismo doctor que había empatizado con el, lo detuvo con una seña.

— ¿Porque? — Le preguntó el doctor, una vez afuera con el joven.

La pregunta froto en el aire por varios segundos y tardó en recibir una respuesta.

— El estaba ahí... el

— ¿El que? ¿Que hizo? — Inquirio este, poniendo sus manos en los hombros de Craig.

— El lo mato. Él estuvo ahí.

— No lo sabes, Tucker.  Ni tu ni yo sabemos lo que realmente paso. Tu mismo lo dijiste, no estabas ahí.

Craig lo miro a los ojos, pero no mostraba nada más que un corazón roto. Una mirada que nunca había mostrado, una mirada que mostraba que ya nada volvería a ser como antes. No sabía lo que había pasado y tampoco había podido hacer algo.

Sus padres lo recibieron, luego de que el doctor dijera que no diría nada. Es una promesa. Le dijo.

Todos lo abrazaron y él devolvió el abrazo, pero ya no se sentía real. Ya no se sentía ahí.

Craig había muerto aquel mismo día cuando le dijeron que Tweek no había sido encontrado.

COMPLICATED ¡Omega-verse au! ✨Creek✨ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora