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No durmió esa noche.

El día siguiente paso todo en cámara lenta realmente, Craig sentía que se arrancaría en cualquier momento las uñas de sus dedos de tanto morderlas. El trabajo fue pesado, había tenido que entregar 18 paquetes a diferentes tipos y cada uno se veía más criminal que el otro.

Poco a poco,  también aprovechaba para entablar una relación buena con Christophe, quien poco a poco se iba abriendo a él y contándole cosas. Sin él sin duda, estaría perdido dentro de ahí. Craig lo conoció cuando iba a hacer su primera entrega y no sabía cómo hacerlo y a quien, fue como "toma esto y entrégalo" por suerte el joven de facciones fuertes y cabellera castaña justo estaba en la puerta con un cigarro en mano. Ambos se vieron y al instante Christophe supo reconocer que era nuevo.

Las cosas fueron entonces, más simples; uno de los encargados mandados por el jefe le entregaba el paquete, luego debía ir a ver una lista donde estaban los nombres de los hombres o mujeres que habían pedido para el día, aquella lista la conseguía dándole su identidad y número de ahí que mostraba que formaba parte de la organización. Finalmente, tomaba una motocicleta para llegar más rápido a su destino, a veces con o sin Christophe que era como su compañero de entrega y de guía.

— Por fin — Resopló Craig. Sus manos se dirigieron a sus cosas tiradas en el hotel, luego de haber vuelto de su trabajo y las metió en un maletín pequeño que agarró con la mano. Confirmación de su trabajo hecho y número de paquetes entregados llevaba ahí.

Justo cuando se dirigía al seguro de la puerta alguien la tiró abajo. El golpe lo sorprendió y inevitablemente perdió el equilibrio cayendo al suelo.

— Lamentó interrumpir así, Lindo — Un chico de ojos claros, melena rubia y una cara que mostraba lo que sería la vida de alguien rico y poderoso, se instaló en su casa. Atrás de él estaba Christophe con una cara que mostraba desaprobación pero a la vez diversión. — Veras, antes de que vayas con el jefe hay algo que tengo que confirmar y algo que realmente no me convence del todo.

— ¿Que es lo que quieres? — Contestó desafiante a su actitud Craig. Reincorporándose del piso y manteniendo una posición firme y segura. Años en la policía, como agente encubierto, le había mostrado que cuando se lo estaba por probar debía mantenerse seguro al responder.

— Me parece muy raro que de repente llegues y de una, estés tomando popularidad en estas cosas ¿sabes? Es muy sospechoso y con las ratas de los policías últimamente involucrándose en cada cosa, no me sorprendería saber que tienes ayuda de ellos.
— El rubio metió sus manos en sus bolsillos, tranquilamente, mientras lo rodeaba con su caminar.

Christophe miraba todo de lejos, sin siquiera haber pisado su departamento aún. Como era de esperar en ese hotel, cada uno estaba en lo suyo.

— Solo necesito de plata para ayudar a mi familia.

— Que curioso, cuando el jefe me mando a investigar no había nadie en tu supuesta casa

Mierda, lo había olvidado.

— Así es, mis padres murieron hace un tiempo, pero tengo más familia: mis primos, tíos, etc.  Nuestra economía nunca fue buena y me tuve que rodear de jóvenes que a la edad de 15 ya andaban con la marihuana. Mande esa dirección porque es donde me estaba hospedando desde que mis padres murieron. No dire mas, lo demás es información privada que los hombres dentro de la organización te dicen que solo sabrá el superior. Por lo tanto, no tengo obligación de hablar más sobre esto contigo.

— ¿Eres un chico al que le gusta los juegos, Felix? Porque esto no es un juego— Algo chocó contra su nuca. Una pistola, sin duda alguna. Craig parpadeó lentamente.

— Lo se. No creo que tu jefe quiera que llegue a nuestro reunión tarde. — Sus ojos chocaron.
El rubio sonrió.

— Para nada — Su semblante cambio. La pistola fue retirada y estos volvieron a quedar frente a frente — Soy Gregory, soy una de las manos superiores del Jefe y — Miro a Christophe— uno de los mejores amigos del chico que está allá.

— Oh, genial — Contesto irónico. Retomando su maletín del suelo — No te preocupes, no te lo voy a robar.

— ¿Enojado, nuevo? — Sonrió Christophe. Su voz con una chispa de burla.

— Ya quisieran — Le devolvió la sonrisa y le sacó el dedo del medio. Vio su reloj, este marcaba las 7 — Como sea, me debo ir. Espero que siendo la mano derecha-izquierda del jefe puedas ayudarme con lo que destruiste. — Agregó Craig viendo a Gregory.

El rubio amplió su sonrisa

— Lo lamentó, no sé de qué hablas ¿alguien estuvo contigo? — Ambos jóvenes que habían interrumpido en su casa se marcharon dejándolo confundido y nuevamente solo. Al menos fue así hasta que Christophe se ofreció a llevarlo.

— Parece creído pero en realidad es bien cool y fiel— Le dijo Christophe en el camino. Craig no pudo evitar soltar una risotada al ver cómo ambos parecían llevarse. — Al principio lo odiaba, pero ahora solo quiero chuparle las bolas, supongo.

— No te conté por que verás que solo te estaba probando ¿no? Como cuando te espere en la salida aquella vez que recién entraste. La cosa es que yo soy la otra mano superior del Jefe.

No sabía para nada a donde iba a parar con todo lo que estaba viviendo. Pero el hecho de que Christophe le confesara eso explicaba muchas cosas. Como que sabía donde vivía y demás.

No es que hubiera creído el hecho de que justo se topó con que vivían cerca, pero no se imaginaba que tuviera tanto poder dentro de la organización.

El mundo estaba lleno de mentiras y paradigmas.

El no se salvaba de chocar con ellas. Menos en donde estaba. Mierda, ¿en donde estaba? ¿En que se había metido?

。☆✼★━━━━━━━━━━━━★✼☆。 Fin del capítulo.

¿Que les pareció? Quería agregar un poco de cómo conoció a Christophe por que me di cuenta que lo había metido así domas y fue como "ves, esto es lo que te pasa por escribir en medio de tu ansiedad >:u"  Ah, gracias por votar y comentar 💕

COMPLICATED ¡Omega-verse au! ✨Creek✨ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora