Descendencia Green (EN EDICIÓN)

Capítulo 02

[CAPÍTULO SIN EDITAR]

El capítulo se encuentra sin editar, me disculpo por cualquier error ortográfico, al terminar esta novela se encontrara editando y arreglando esos errores, si no es mucha molestia me ayudarías demasiado marcar donde están los errores. ❤

Pequeña bailarina

Un suspiro sale de sus labios, las clases son agotadoras en la universidad parece que ahora vive en la universidad y va de visita a su hogar.

— ¡Nathalie! — el grito singular de un chico hace que su paso se detenga, y sus ojos azules se posen en aquel chico de ojos castaños que la persigue por todos lados una pequeña sonrisa de medio lado se posa en su rostro — ¿Que ocurre Christian? — dice amablemente, el chico muerde nervioso su labio con aquel pequeño aro de metal que tiene incrustado, desordenando aún más su cabello el sonríe.

— ¿Te gustaría salir a tomar un helado? — su pregunta la toma desprevenida, sus mejillas se sonrojan y el pecho se le estruja «Que insistente» piensa apenada observando sus ojos castaños con aquellas pestañas largas, esas cejas pobladas y aquellas lindas pecas esparcidas por su rostro.

—

Lo siento, tengo clase de gimnasia — susurra con pena, la mirada del chico parece perder un poco de su brillo la sonrisa se desvanece de poco a poco, el simplemente asiente y ríe sin gracia — Por supuesto, lo siento será en otra ocasión — dice con una media sonrisa, marchándose sin siquiera despedirse de Nathalie.

«Lo siento, pero quiero descansar» dice en su cabeza antes de retomar el camino con pesadez.

Su teléfono suena, indicando un mensaje de su madre con una mueca sin gracia, hace que sin muchas ganas abra el mensaje.

Iliana Woods : Se suspende la gimnasia, llega a casa puntual tenemos una cena muy importante.

Secos y firmes es como ella lee cada palabra en sus mensajes, deseando que alguno de ellos contenga un “Cuidate o un te quiero”  pero lamentablemente se habla de su madre, una mujer hermosa de caderas anchas rostro lindo, que le gusta gastar el dinero de su esposo y presumir cada trofeo de su única hija aquella que muchas personas consideran “Una madre Ejemplar” es como la describe la sociedad.

— Nathalie — la voz de su mejor amiga la hace saltar con una mano en su pecho «¿En que momento llegó?» se pregunta observabando el rostro se su amiga quien sonríe burlona — Diablos Madison, casi me matas de un susto — dice con reproche observando como ríe tan relajada, su dulce rostro la hacía ver demasiado adorable con aquellos ojos verdes y esos cabellos rubios, sus mejillas un poco rellenas dando un toque perfecto de pureza. Una que definitivamente su mejor amiga no tiene, sonríe al recordar aquella mueca de horror cuando le dijo que a sus veinte años aún conserva su virtud.

— ¿Que demonios eres tú? — fue lo primero que salió de su boca aún observándola como si de un tercer ojo se encontrara en cualquier parte de su rostro — Una chica que sigue esperando al indicado — dice con orgullo y un poco de burla hacia ella misma, ahora es más fácil encontrar a una pareja de adolescentes de catorce años teniendo sexo que a ella. Un poco triste y devastador pero su madre a pesar de que dejó de ser unida a ella desde que su padre obtuvo más dinero siempre le enseño a respetarse y quererse a ella misma, darse el valor necesario para decir “No” si no estaba completamente segura de tomar aquel nivel en su relación.