Capítulo 31.5

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ATENCIÓN ⚠
Este capítulo contiene escenas de violencia demasiado explícita, se recomienda discreción.

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CAPÍTULO 31.5

LILITH.

Nathalie Woods.

Dolor...
Era lo único que sentía, sus ojos me observaban con dolor, tristeza y enojo.

El dolor se hacía más presente al sentirlo entrar cada vez con más fuerza, mi mente parece estar en blanco ya no me quedan fuerzas para luchar mis ojos se cierran simplemente para esperar el final.

Dejame salír...
No.
Ellos merecen morir...
Si..
Dejame salir Nathalie, te extraño.
No eres buena.
Tu tampoco...
¿No?
No.

Mi mente parece estar colapsando, aquellos susurros volvieron a ser escuchados — Para ser una zorra, estaba muy apretada — lo escucho, la risa de todos se hace presente, pero yo ya no siento nada, absolutamente nada.

— Divirtanse muchachos, y no los maten de eso me encargaré yo — el sonido de alguien salir hace eco en aquel lugar, mis ojos siguen cerrados y mis partes siguen doliendo con gran fuerza — Quiero que me la mame — dice uno haciendo reír a los demás, gritos llenos de dolor y enojo, me hacen volver abrir los ojos y ahí está mi gran Artemis green, sus ojos están soltando lágrimas sus mejillas sangran, al igual que la herida de su costilla lo siento tanto mi amor...

Siento las manos de aquellos hombres tomarme nuevamente con fuerza la desesperación vuelve a golpear mi cuerpo con fuerza, grito con fuerza hasta que ya no puedo más trato de mover nuevamente mi cuerpo pero ya es tarde nuevamente me están penetrando con fuerza, uno de ellos se acerca con su pene en mano otro me jala el cabello y abre mi boca con brutalidad — Si me muerdes mató a ese bastardo — siento como su pene entra en mi boca, por completo provocandome arcadas, mientras más lágrimas salen de mis ojos.

Ambos hombres me siguen penetrando con fuerza, el otro parece masturbase mientras, escucho los golpes secos que le están propinando y yo no puedo hacer nada...

— ¡Se está liberando! ¡Inyectalo!  — los tres hombres se detienen, observando lo que sucede, veo como uno de ellos encaja una jeringa en su cuello — ¡ARTEMIS! — grito con fuerza y trato de levantarme, mi cuerpo cae de golpe al suelo  mis pies siguen atados al suelo con aquellas cadenas, los hombres piensan seguir tomando mi cuerpo nuevamente pero alguien los detiene.

— El señor los busca, dejen está porquería y vayan — aquella voz, me hace mirar directamente, y un par de ojos de diferentes tonalidades se hacen presentes, un alivio llena mi cuerpo y lágrimas empiezan a caer — Maldita sea, me estaba divirtiendo — exclama uno de ellos, todos ríen mientras escucho sus pasos alejarse.

— Léonard — un susurro débil sale de mis labios, el corre a mi abranzando mi cuerpo desnudo lo escucho soltar un suspiro — Lo siento tanto princesa— dice mirandome nuevamente dejando ver sus peculiares ojos rojos aguantando las ganas de llorar, mientras los míos no dejan de soltar lágrimas amargas — Artemis, tienes que llevartelo a el — digo con rapidez tomando su rostro, el me observa y asiente caminando hacia su cuerpo dormifo lo veo cubrir su boca y dolorosamente soltar un sollozo.

— Hermano, que te han hecho — dice con pena liberando su cuerpo y tomandolo con fuerza, con cuidado lo deja en el suelo, y se dirige a mi quitandose su camisa me la da — Usala pequeña, tenemos que salir de aquí — dice con una pequeña sonrisa, yo solo asiento y me colocó está con rapidez, trato de levantar mi cuerpo pero este cae desplomado con fuerza.

Descendencia Green (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora