Capítulo 25

448 38 10
                                    


El regreso de Jonh Green

John Anthony Green.

Ver la viva imagen de aquel idiota que se decía ser mi yerno, era un poco desesperante. Pero ahí estaba, la pequeña chispa de mi pequeña Catherine tan brillante y oscura, aquella determinación de proteger a su manada, a su Reyna antes que a el mismo. Puedo observar la diferente educación que le otorgó mi hija a este muchacho, yo no tenía tanta esperanza pues yo me iba imaginando a un chico egocéntrico, malcriado hambriento de poder sediento de venganza.
Pero ahí está mi cachetada, dando a entender que a pesar de mi mala educación otorgada que le di a mi hija menor no fue heredera a mi único nieto, la pelea se sigue repitiendo una y otra vez en mi cabeza, haciendome sonreír en grande pues mi chiquilla tenía razón.

Tú, estas vivo — fueron las primeras palabras que dijo mi hija al verme parado en su puerta, con dos niños a mi lado ella con su gran pansa apunto de reventar — Y tú estás embarazada — digo con una sonrisa tocando su pansa, su mano se posicióna encima de la mía, provocando que la mire nuevamente a su rostro más maduro, más grande al de mi pequeña niña de 17 años de edad. — Estas vivo— dice con los ojos llenos de lágrimas, haciendo el puchero más infantil sus manos temblaban y tomaron con fuerza las mías — Siempre mi pequeña Catherine — digo tragando el nudo en mi garganta, con una sonrisa en el rostro apretando con fuera su mano.

Es ahí donde vuelvo a sentir la calidad, que solía tener con mis hijas, con mi esposa, mi vida paso tan rápido en mi cabeza con sentir el calor de mi hija en mi cuerpo sintiendo mi corazón desbocado, y una sonrisa poderosa que no se podía pasar con nada del mundo, el amor de mi hija aún no se marchaba ahí estaba tan único tan de mi pequeña hija ¿Cuando fue la última vez que la abraze de esta forma? cuando fue que deje que mi pequeña creciera tan rápido de esta forma. Los sollozos de mi hija se hicieron escuchar, logrando sacar uno de mi parte y abrazarla con más fuerza — Estas aquí padre, estas vivo papi — su voz me hace dejar caer las lágrimas, me hace bajar la armadura como ella solía llamarle y llorar con ella — Siempre mi niña, siempre — digo en un susurro pues, nunca pude llegar a extrañar tanto a alguien como lo hice con ellas, como lo hice con mi imperfecta y perfecta familia.

— ¿pero como?  yo ví como tus ojos se tornaron sin vida, ví la sangre y los disparos en tu cuerpo ¿como...? — se pregunta ella tomando mi rostro en sus pequeñas manos, mirando este con detenimiento sin perder ninguna facción.

— Tenía un chaleco cariño, uno muy bien creado para fingir la muerte — dije en un susurro, tomando sus manos con las mías esperando el grito descomunal que estaba seguro sonaría por toda esta casa. — ¿Que? — pregunta con el rostro serio, limpiando sus lágrimas con brusquedad — No salió como planeé, todo fue muy poco calculado causando todo este caos, tenías que estar unida a tus hermanas y luchar de la mano, dejando en alto el apellido green —.

ella me mira con incredulidad, veo como sus puños se cierran sus ojos empiezan a reflejar la tormenta — ¿Disculpa? — dice ella ahora con los dientes apretados, un suspiro sale de mis labios — Querida, el poder que te otorgue fue por la razón  que tú supieras pensar como un adulto, como yo pensaba que eras fuiste muy irresponsable al nombrar a ese chico Mauricio a cargo de todo, echaste a tus propias hermanas a la hoguera no era lo que yo quería hija, mis planes eran muy distintos — siento como jalan mis pantalones de ambos lados, observando al pequeño Lucas y la pequeña Fanny.

— Tenemos sed — dice el pequeño en un susurro, bajando la mirada a sus pies un suspiro sale de mis labios — ¡Marta! — el grito de mi hija nos hace dar un pequeño brico de sorpresa a los tres — ¿Si señora? — llega una chica joven, con ropas normales y manos detrás de su espalda — Lleva a estas crías a comer y beber algo por favor, mientras hablare con mi padre.

Descendencia Green (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora