Descendencia Green (EN EDICIÓN)

Capítulo 18

Pequeña y traviesa flor.

Ahí estaba observando a la pequeña mujer frente a mí, una sonrisa se hace presente en mis labios levantando mis manos en forma de rendición asiento dándole la razón — Muy bien flor, me tienes — digo con burla, observando la chispa en sus ojos y su sonrisa en grande ella esta orgullosa de su acción y yo también — Te dije que aprendías rápido — digo mordiendo mis labios ella suelta una pequeña risa y baja el arma.

— Gracias — susurra entregándome el arma, yo simplemente sonrió — Tranquila flor, lo hiciste bien eso merece un premió — digo tomando las maletas adentrándome a la cabaña sientiendo la tranquilidad y ese olor peculiar a bosque y madera, a pesar de que esta cabaña lleva años sin ser usada puedo sentir ese calor familiar y acogedor que siempre lo caracterizaba.

— Es hermosa, por dentro y por fuera — dice soñadora girando en su propio eje, yo simplemente asiento y camino hacia las escaleras — Te mostraré tu habitación, cierra la puerta flor — digo en alto mientras subo las escaleras, el sonido de la puerta siendo cerrada llega a mis oídos los pasos de la pequeña chica también se hacen presentes. El pasillo es pequeño, tres habitaciones dos seguidas y una enfrente de estas al fondo del lado derecho estaba el baño, el izquierdo te daba a un balcón pequeño que te deja ver el exterior tranquilo a mamá le encantaba observarnos desdé ahí.

Sin pedirlo o avisar, mi mente empieza a proyectar un día en especial el día donde fue el primer entrenamiento de mi hermana con sus 7 años de edad.

— ¡Vamos! — el grito de mi madre me hace correr con fuerza, los dardos salían de un lado a otro rozando mi cuerpo, mi corazón latía con fuerza — ¡Artemis!— el grito de mi hermana me hace detener ahí estaba en un árbol recargada observando su pierna con uno de los dardos, ella había tomado la delantera pero papá si le había logrado dar — ¡Tonta! ¡Tenías que correr con más fuerza! — le regaño caminando hacía ella, quitando el dardo de su pierna.

— Papi tiene buen tino — dice ella haciendo una mueca de dolor — Duele — dice en un suspiro cortado, sus ojos se empiezan a cristalizar — Claro que si tonta, son simulaciones de disparos reales pero tranquila, yo te protegeré...