Mi propia destrucción.Artemis Green
— ¿Como dices? — vuelve a preguntar Alexander, mi quijada se aprieta con fuerza — Bueno cabron, ya te lo he repetido más de cinco veces — una risa desesperante suena en la habitación — Me gusta desesperar aquella cabeza psicópata — mis músculos se relajan una sonrisa se posa en mi rostro.
— Créeme entonces te encantará hacerme enojar más — veo como su sonrisa se borra, la papa frita que no estaba comiendo cae al suelo — Iré por una soda — dice rápido dejando las papas saliendo de la cocina — ¡Las sodas están aquí niño! — una carcajada sale de mis labios, una melena castaña llega a mi visión, observando como esta se trata de ocultar de mi — Hola florecita — digo tomando una papa y metiendo esta a mi boca.
Ella sale de su escondite — ¿Como sabias que era yo? — pregunta saliendo de su escondite por completo, dejando ver un pijama de tela trasparente color negro — Tu olor es único — digo observando su cuerpo completo sin ninguna vergüenza, observando como sus ojos azules se abren con sorpresa y su piel se torna pálida — ¿Mi olor? ¿Yo? ¿A qué huelo? ¿huelo mal? — observando sus ojos, doy un paso hacia ella y ella retrocede uno.
— ¿Me tienes miedo flor? — pregunto acorralando su cuerpo en la isla de la cocina, sus pasos son torpes su mejillas se sonrojan yo solo sonrió — Sí — su respuesta me sorprende, más no perdí mi posición en ningún segundo — Vaya, eres honesta después de todo — hablo acercando más mi cuerpo al suyo.
— ¿Por qué yo? — pregunta de golpe aturdiendo mis sentidos enseguida, ¿por qué ella? Algo que puede ser muy fácil de responder, pero por alguna razón no me sale de la boca — Por que tu, eres la hija de un hombre con mucho dinero cariño, aunque no lo creas tu vales millones de dólares y no puedo perder esa oportunidad — mi voz sale tajante, la sequedad de mi garganta me saca de confort, veo como su ceño se frunce sus ojos demuestran un brillo peculiar que me hace recordar.
—Artemis ¿soy extraña? — observo a mi hermana pequeña, sentada al lado mio viendo la televisión con nuestro programa favorito "El Mentalista" ella no me mira en ningún segundo toda su atención es a la televisión — No, eres única — respondo simple, ahora siendo yo el que ponga la atención en la televisión — En la escuela dicen que soy extraña, que unas veces soy buena y otras mala, dicen que estoy loca... — sonrió simple, y niego lentamente observando ya los ojos llenos de emociónes mezcladas como dos tormentas dispuestos a arrasar con todo — Las dos personas que viven dentro de ti son perfectas, únicas y preciosas solo tienes que hablar con ellas ponerse de acuerdo para hacer una combinación perfecta de ti — sus ojos brillan con potencia, dando a saber que la respuesta le agrado.
— Y yo me encargare de que los que te dijeron Extraña mueran —la voz de mi madre nos hace observarla en el umbral recargada con una charola de aperitivos, acercándose deja esta en la mesilla — Contra mis hijos... — dice observando directamente a nosotros — Nadie — decimos juntos, ella sonríe complacida sentándose en medio de nosotros.
— Buen trabajo — me dice después de dejar un casto beso en mi mejilla, enseguida la calidez de mi madre me alberga.
— ¡ARTEMIS! — mi vista se ve opaca, el ardor de mis ojos me hace saber la sensación que tengo, unas manos cálidas se posan en mi rostro, sintiendo como trata de limpiar las lágrimas con brusquedad tomo sus manos un gemido de dolor me hace apretar con más fuerza — Ni una sola palabra Nathalie — digo ronco, observando sus ojos azules dilatados y llenos de terror dejando ver con claridad mi reflejo en ellos, el terrible ser despreciable que se refleja.
— Lo siento — dice con dolor, observando directamente a mis ojos, el enojo me vuelve a cegar mis manos presionan las suyas con fuerza un gemido de dolor por parte suya me hace sonreír detente una voz en mi cabeza retumba con potencia provocando que mi agarre se haga con más fuerza.
— ¡Artemis detente ahora! — la voz de mi madre me hace estremecer, mis ojos se cierran con fuerza mientras presiono con fuerza el pescuezo del perro que se atrevió a morder a mi hermana — ¡No! — grito apretando con fuerza escuchando los alaridos de el animal — ¡ARTEMIS GREEN DETENTE AHORA! — los brazos de mi padre me toman con fuerza, alejando mi cuerpo del animal quien apenas fue liberado corre con el rabo entre las patas tras mi madre — Sombra, largo — el animal sin rechistar sale corriendo mis ojos fulminan a mi madre — ¡Mordió a Samantha! —grito en reproche, su semblante se oscurece sus ojos arden en llamas y por primera vez pude ver el enojo en mi madre, sus pasos se acercaron firmes y enojados hacia mi no pude ni siquiera ver como su mano se estrelló en mi rostro con fuerza, el ardor en mi mejilla fue punzante y doloroso — Última vez que me alces la voz Artemis Green, soy tu madre por más mierda que trague tu boca el respeto hacia tu familia será siempre lo principal, tu hermana le tapo el maldito hocico al animal claramente el se iba a defender, hasta ahora me has echo enfurecer esta no será la primera ni la última vez que mi mano se estrelle en tu rostro, observa, analiza la maldita situación antes de actuar, tu enojo no lo debe recibir nadie que no se lo merezca — mi respiración se hace lenta, mis ojos ahora solo observan como mi padre y mi madre se alejan...
Mis manos sueltan enseguida las suyas, los ojos de Nathalie me observan mientras toca sus manos entre sí —Largo — digo entre dientes, ella me observa aún tirada en el suelo, mi quijada se aprieta, mis puños golpean la pared más cercana — ¡LARGO MALDITA SEA! ¡QUE TE LARGES! — grito lleno de histeria, observando como a gatas su pequeño cuerpo sale de la cocina recordando a aquel perro que mordió a mi hermana.
Control...
Por una sola razón, esta chica hace que mis recuerdos regresen con más potencia a mi propia cabeza, pegando con fuerza, mis manos palpitan ante el dolor que empieza a emanar presiento que desde el momento que decidí traerla conmigo estuve asegurando mi propia destrucción.
— Nathalie, que demonios me harás — digo al aire recordando sus ojos azules perforando mi piel — Te destruirá eso te hará — en la entrada veo a Yuli apoyando sus caderas en el umbral cruzada de brazos — ¿Que haces ahí? — digo cambiando de tema, caminando hacia el refrigerador sacando una cerveza — ¿Que tramas Artemis? — pregunta caminando hacia mi.
Tomando un largo trago la observo — No se de que hablas — digo desinteresado, mira el mosaico del suelo, un suspiro pesado me hace mirar sus ojos plenamente castaños — Ella destruirá todo esto que creamos, y se que no eres tan estúpido como para no darte cuenta, solamente te advierto que si lastima a alguno de nosotros no dudaré en matarla — sus facciones se endurecen, su dedo delgado me apunta con enojo una sonría sombría se posa en mi rostro.
— Y yo no durare en matarte, si la tocas — susurro cerca de sus labios, dejando la cerveza de un lado saliendo de la cocina.
Mi propia destrucción es lo que se aproxima.
___________________________________[CAPÍTULO SIN EDITAR]
El capítulo se encuentra sin editar, me disculpo por cualquier error ortográfico, al terminar esta novela se encontrara editando y arreglando esos errores, si no es mucha molestia me ayudarías demasiado marcar en donde están los errores. ❤
¡Muchas gracias!
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Descendencia Green (EN EDICIÓN)
Actie|Descendencia Green| El amor puede hacer demasiadas cosas pero en mi caso, son solo dos lo que conlleva a enamorarte, Salvarte o Matarte. Mi madre y mi padre se enamoraron, sufrieron y gozaron, fueron felices e incluso puedo decir que fueron más inf...