Capítulo 17

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Entrenamiento


«Mi cariño fue puesto en juego, mi vondad fue tirada al fuego, mi felicidad fue destruida por completo desatando el mayor de los infiernos. »

Artemis Green


Ahí estabas, observando mi regalo con un sonrisa fingiendo que no te interesan ni un poco frente a mi. ¿Cómo lucirías con sangre encima de ti? ¿Como se vería aquel color carmesí en tu clara piel?

Paso a su habitación como si nada, ella enseguida toma las cosas y las oculta bajo su almohada — ¿Que haces flor? — pregunto fingidamente curioso, sus mejillas se sonrojan y niega con la cabeza — Nada ¿Que pasa? — dice mirando sus manos, mi mandíbula se aprieta con fuerza «Odio que no me mire a los ojos cuando le hablo» — Mírame a los ojos cuando te hablo — ella enseguida posa su mirar en la mía, una sonrisa se posa en mi rostro y camino hacia ella — Bien echo — digo tocando su rostro con delicadeza, sus ojos brillan con fuerza el azul increíblemente se hace más potente «¿Como puede ser tan bella?»  me pregunto cada que la observo — ¿A que has venido? — pregunta con una sonrisa pequeña.

— Hoy pequeña flor será tu primer entrenamiento —  digo sonriente lanzando mi cuerpo a su cama, ahora veo su cuerpo tenso su mirada perdida en alguna parte de la habitación, una carcajada sale de mí boca por fin ella me da su atención — ¿Es una broma verdad? — me pregunta ahora con el terror plasmado en su rostro.

— No — digo sin mas observando su cuerpo por completo —Ponte comoda, te espero en la salida.

Salgo de la habitación con una sonrisa en el rostro, imaginando varias alucinantes — Quien diría que después de tanto, alguién logró enamorarte — mi sonrisa se borra al  instatante — ¿Que demonios haces aquí? — pregunto con el entrecejo fruncido ella vuelve a sonreír en grande.

— Me quedaré aquí un buen rato, hace unos años me dijiste que me debías una así que me las estoy cobrando ya — dice alzando una de sus cejas maquilladas — Una semana arpía, solo tienes eso si no te vas en una semana saldrás de acá hecha pedazos y en una bolsa — digo amenazante, dando por termina aquella poca conversación.

Mis ánimos se tornaron oscuros, y sin ánimos pensando seriamente en cancelar aquel entrenamiento que ni siquiera había tomado un inicio prudente — Estoy lista — dice una voz en susurro, mis pensamientos se detienen por completo dejando a mis ojos observar la esculturar figura de la chica frente mi, una sonrisa se posa en mi rostro — ¿Te gusta el rojo?— pregunto observando la blusa carmesí puesta, ella solo asiente con una media sonrisa.

— Perfecto vamos, hoy será un día muy entretenido — digo caminando a la salida, siento la pequeña presencia tras de mi en cada paso que doy — ¿Que haremos hoy Artemis? — una risa sale de mis labios, deteniendo nuestros pasos frente al elevador — Muchas cosas Nathalie Woods — digo adentrandome al lugar comprimido, escuchando aquella desesperante canción, siento el calor que emana la chica a mi lado observando de reojo veo como muerde sus labios como sus mejillas se sonrojan y sus pupilas se dilatan. Sonrió imaginando lo que ella puede estar pensando, el sonido del elevador la hace salir enseguida una pequeña risa sale de mis labios al ver lo desesperada que esta por no estar compartiendo un lugar cerrado conmigo.

— Sube a la camioneta — digo llegando a su lado, observando los carros frente a nosotros, ella solo asiente y sube sin rechistar —  ¿A donde iremos? — dice apenas y salimos de el estacionamiento.

— Es un secreto — 

[...]

— Es bellísimo — exclama la chica girando en su propio eje, observando todo a su alrededor — Lo se, éste lugar es uno de mis  favoritos para entrenar — digo con simpleza  sacando las maletas que ya había preparado para estos días — ¿Qué es eso? — pregunta acercándose y ver el contenido de las maletas, su interior la hace palidecer en segundos provocando que vuelva a sonreír — Artemis... ¿Si volveremos? — dice mirando a mis ojos su labio empieza a temblar y sus ojos a cristalizar — No hoy flor — digo tomando las maletas, empezando a caminar, no escucho sus pasos tras de mi volteo buscando su presencia y ahí estaba en el mismo lugar observandome a lo lejos.

— ¿No vienés flor?  — pregunto con una sonrisa obsrvando como empieza a caminar hacía mi, sus pasos son lentos que me hace poner los ojos en blanco — ¡Vamos Nathalie! ¡Solo tenemos dos semanas solos!  ¡Y no pienso desaprovechar ni un segundo! — Grito empezando a caminar tra vez, escuchando ahora sus pasos tras de mi. — ¿Dos semanas? — pregunta llegando a mi lado, yo solo asiento mordiendo mi labio sintiendo la pesada y azulada mirada de mi pequeña flor — Dos semanas, son suficientes para tí eres inteligente — digo llegando a la cabaña, simple y bien cuidada.

— Es preciosa — dice mi flor, yo solo asiento bloqueando aquellos recuerdos que quieren salir — Es la cabaña de mi familia, solíamos venir en las vacaciones — digo subiendo las escaleras llegando a la puerta principal, dejando las maletas en el suelo busco la llave para abrir.

— Sabes flor, creo que es hora de tú entrenamiento — digo dejando la puerta abierta, con una sonrisa observando a la chica quien enseguida se nota tensa sus puños se cierran — ¿Que haremos?  — pregunta en un susurro mirando al suelo, yo suelto un suspiro dando tres simples pasos a ella — Bésame — digo en alto, observando su rostro sin perder detalle alguno, ella levanta su rostro dejando ver la mirada aterrada y hambrienta — Eso no es entrenamiento — dice seca, dirigiendo su visita a mis labios, yo sonrió en grande.

Segundos después, ahí estoy yo apuntando a su linda cabeza con un arma cien por ciento cargada — Ahora lo es — digo con el rostro serio, tratando de no reír ante la expresión llena de terror que acaba de poner — Ahora, acercate y bésame — digo con voz ronca notando como sus dientes presionan con fuerza su labio dando pequeños pasos hacía mi.

— Una de las primeras cosas, aprenda a obedecer si tú contrincante las tiene de ganar, hazle creer que así es — mi voz se hace clara sin problemas  ella se acerca a mi la punta de mi arma queda exactamente en sus pechos yo presiono — Tus tetas son exquisitamente grandes — digo ronco mordiendo mi labio observando como la arma sigue presionada en ellos.

— Son tuyas — dice en un jadeo, acercando sus pechos aun más a la arma, acercándose aun más logrando que quité la arma y la deje pasar a mi espacio personal — ¿Lo puedo besar ahora señor? — dice mordiendo su labio, un gruñido sale de mis labios con mi mano izquierda la tomo de sus cabellos y estampo mis labios en los suyos.

El infierno se apodera en ese momento, mi sangre empieza a ser hervida por completo mi pene empieza a palpitar con necesidad, estoy completamente perdido un jadeo sale de mi garganta al sentir como su pequeña mano aprieta mi notable bulto en mi pantalón.

Y ahí es donde dejó de sentir sus labios y escucho el "clic" De la arma.

— ¿Lo hice bien? — me pregunta mientras me apunta con mi propia arma.

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[CAPÍTULO SIN EDITAR]

El capítulo se encuentra sin editar, me disculpo por cualquier error ortográfico, al terminar esta novela se encontrara editando y arreglando esos errores, si no es mucha molestia me ayudarías demasiado marcar en donde están los errores. ❤

¡Muchas gracias! 

Nuevo capítulo, espero les guste y lamento no estar tan activa en esto pero la inspiración no me llega con nada tengo "bloqueo mental".

Espero lo disfruten.

Besós

Descendencia Green (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora