Siempre tuyo, siempre mía, siempre nuestro © [EN PROCESO]

19 Primera vez

~Antes de que empiecen a leer les aconsejo que lo hagan con la canción de arriba,.~

🌼🌼🌼

Mi padre me dio un fuerte golpe en la cabeza con la pistola provocando que cayera al suelo desorientado, mi vista se nublo y por unos segundo pensé que iba a desmayarme; más no lo hice.
No podía perder el conocimiento con el temor de al desperatar no volver a ver a mi hermano, no podía.

Me levante del suelo poniendo toda mi fuerza de voluntad para ir una vez más tras mi padre y quitarle la maldita pistola que amenazaba la vida de Daniel.

-¡No lo lastimes!- Grité hacia mi padre cuando este disparo contra su propio hijo.

La bala que disparó había llegado al brazo de Daniel que al ser herido soltó un grito desgarrador provocando un terrible miedo en mi al igual que unas ganas inmensas de llorar sintiendo como un nudo se formaba en mi estómago subiendo hasta mi garganta impidiéndome respirar. Por un momento llegue a pensar que la bala había llegado a su pecho hasta que vi a Daniel sostener su brazo izquierdo de donde comenzaba a salir la sangre.

-¿¡Qué hice yo para merecer una mierda por hijos?!- Gritó mi padre desesperado viéndonos con verdadera decepción y... repulsión. - ¡Menos mal su madre esta muerta, de lo contrario serían una vergüenza para ella también!- Sus palabras me dolieron hasta los huesos y de sobra sabía que a Daniel lo habían destrozado pues él amaba a mamá más que a su propia vida.

Corrí hacia mi padre sin pensarlo dos veces empujándolo con todas mis fuerzas haciendo que el arma de su mano volara lejos al momento que tres de sus hombres entraban armados apuntándonos con sus aramas.
Mi padre era un inversionista que hizo un mal manejo de sus propiedades al juntarse con la gente equivocada lo que hizo que tuviera enemigos haciendo así que necesitará hombres armados todo el tiempo que cuidaran sus espaldas.

Yo me levante rápidamente y fui a ver a Daniel que se encontraba en una esquina de la habitación llorando por el dolor que le causó la bala y por las palabras que ese desgraciado nos había dicho.

-¿Estas bien?- Le pregunte tratando de ver que tan grave era la herida de su brazo.

-¡Me duele mucho Alex!-Gritó echando la cabeza hacia atrás por unos instantes, tenía un pequeño Tajo en su frente de la cual brotaba mucha sangre.

-Vamos, veré quien puede revisarte las heridas- Dije levantando a Daniel del suelo, mi padre aún se hallaba en él tratando de ser levantado por sus hombres, estaba demasiado drogado para hacerlo el mismo.

Lleve a Daniel hasta su habitación. Desesperado, corrí por toda la mansión en busca de Gloria, era una mujer mayor de unos 65 años si mal recuerdo; que mi padre había traído para que nos cuidara a Daniel y a mi hace unos años.
Era una mujer muy buena con nosotros, fue la única figura que hasta entonces nos había Tratado con cariño.

-Recuestate unos instantes que ya vuelvo- Le dije mientras Daniel seguía agonizando con aquella bala en su brazo.

Gloria me había pedido que espere afuera de la habitación y así lo hice.
No fui conciente de cuanto tiempo había pasado fuera escuchando el llanto de mi hermano, oía como Gloria le pedía calma para poder retirar la bala mientras Daniel repetía una y otra vez que le dolía. Trate de taparme los oídos para no escucharlo pues sentía que de haberlo detenido de entrar a casa quizás estonio habría pasado.