Siempre tuyo, siempre mía, siempre nuestro © [EN PROCESO]

29 Nada será igual

Anestes de leer.
Muchas gracias a quienes llegaron hasta este capítulo.
Avisarles que será el más fuerte de la historia por que dará un gran giro con escenas  fuertes.
De igual forma espero lo puedan disfrutar.

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Sentía el corazón en la garganta, las manos me sudaban y mi cuerpo no dejaba de temblar.
Me encontraba completamente aterrada, ¿Como fue que creí en ese estúpido mensaje? ¿Por qué tuve que venir después de todo lo ocurrido?

Llevaba casi todo el día acomodando las sillas para el baile de mañana y antes de poder darme cuenta, ya eran las 9:15 de la noche y Alex no me había respondido los mensajes desde las 7:45 más o menos. Al dirigirme a la salida y comprobar que era la única que aún vagaba por los pasillos observe un hermoso ramo de flores blancas junto a mi casillero que traían una tarjeta que decía: "Las vi y solo pude pensar en tí. Tengo una sorpresa para una chica como tu, nos vemos en los baños de damas.  -Alex"

Estúpidamente creí en aquella tarjeta,  entre a los baños pensando que Alex me estaba esperando para darme la sorpresa y por eso no me había respondido los mensajes, pero no, ahora me siento morir al ver mi propia pesadilla hecha realidad.

Al entrar a los baños una extraña sensación me rrecorrió toda la espalda, deje caer por completo las rosas al ver la palabra puta  escrita en el espejo. Quise escapar pero escuchaba sus pasos acercarse, primero fueron rápidos y luego despacio hasta que todo quedo en completa calma. Aferre a mi pecho una de las rosas blancas que había dejado caer mientras me encerraba en uno de los baños.

Mi corazón, mi corazón latía tan rápido en mi pecho que podría colapsar ahora mismo y ahorrarme el dolor de lo que pasaría a continuación.

La puerta del baño fue abierta con violencia mientras un grito desgarrador salía de mi garganta y sus fuertes manos me tomaban de los brazos con violencia, luché, lo hice pero nada dio resultado.
Una sonrisa cruel estaba dibujada en sus labios, sus malditos ojos se hallaban oscurecidos por la lujuria mientras los míos demostraban terror y mucho dolor sin dejar de llorar.
De un tirón me levanto y me coloco de espalda contra el lavado de manos pegando mi pecho a la encimera mientras desgarraba la polera qué yo llevaba puesta , escuchaba como la tela se desgarraba ante la fuerza de sus manos. Me retorcía ante su tacto que me daba asco pero aún así no lograba quitarlo de ensima. En frente mío, por el gran espejo que había, podía ver su cara llena de placer ante mi dolor.

—¡Para por favor! —Grite tratando de dar vuelta y poder escapar— ¡Detente! ¡No lo hagas! ¡No me hagas esto por favor! ¡No! ¡Detente!

Nada... él simplemente reía mientras me observaba por el espejo con lasciva y una mirada tan cruel.

Vi como se quitaba la camisa, yo aún luchaba por liberarme hasta que me hizo girar y me dió un fuerte golpe en la mejilla derecha que hizo que la vista se me nublara y que el sabor de la sangre en mi boca se esparciera. Volvió a ponerme de espaldas con el pecho pegado contra el lavado y las fuerzas ya casi nulas.



No supe como ni cuando pero cuando recuperé un poco la conciencia, él se hallaba de pie detrás de mi completamente desnudo. Sujetó con rudeza mis manos contra el lavado mientras se inclinaba hacia adelnate y yo lo sentía desgarrarme por dentro, el muy desgraciado sin ningún cuidado entró en mi interior de manera velóz causandome un dolor espantoso por todo mi cuerpo mientras yo cerraba los ojos con fuerza y apretaba las manos en puños conteniendo todo mi dolor, todo el asco y toda la humillación por la que me estaba haciendo pasar.