Siempre tuyo, siempre mía, siempre nuestro © [EN PROCESO]

31 Adiós

-¡Su pulso esta bajando, que vamos hacer, esta muriendo!- Dijo desesperada la voz de una mujer a su lado

-Necesito cerrar las heridas, esta perdiendo mucha sangre- Dijo un hombre mientras se movía rápidamente por la sombría y fría habitación.

Los ojos de ella tan solo se encontraban perdidos en la nada mientras una máquina sonaba indicando como poco a poco bajaba su pulso y su corazón se cansaba de resistir.
Ya no sentía dolor, las lágrimas de sus ojos poco a poco se secaron dejando atrás todo dolor, sus muñecas dejaban de doler poco a poco... ya no podía sentir nada... estaba muriendo lentamente.

¿Esto es un sueño? ¿Cómo es que había llegado a perderse tanto buscando una salida? ¿Cómo es que terminó haciendo lo que ella había jurado jamás hacer?

-¡Rapido!- Gritó el hombre desesperado- Vas a estar bien... Por favor resiste... -Dijo hacia ella sabiendo que eso podría ser una mentira.

¿Estar bien? Ja, se había repetido eso tantas veces, miles intentando creérselo ella misma.
Tú puedes, todo va estar bien, mañana será mejor, eres fuerte; pero todo llega a su fin... Y quizá sí, este sea el fin.

-¡Doctor la perdemos!- Alarmada gritó la enfermera mientras un agudo sonido se escuchaba en la habitación siendo el pitido de una máquina a su costado.

-¡No, no, no!- Dijo antes de posar dos frías placas de metal sobre su pecho y darle una pequeña descarga al corazón- ¡Por favor no te vayas, reaciona!- Dijo viendo con preocupación que no respondía a la carga que le había dado- Carguen a 200 y administren 4 miligramos más de epinefrina.

Una vez más llegó esa descarga a un corazón cansado de luchar.
¿Para qué seguir? Pensaba ella perdiéndose de apoco en la oscuridad, lo había perdido todo, ya no tenía nada ni a nadie por quien luchar.

Resignada a seguir dejó de pensar... Dejó de respirar... Dejó de vivir.

🌼🌼🌼

Horas antes...

Cansada de sufrir me hallaba frente al espejo con un profundo dolor en el pecho... Tenía las alas rotas, mi alma poco a poco abandonaba mi cuerpo dejando sólo un cascarón vacío y sin alegría alguna.

Lo di todo, hice cuanto pude por estar bien y aún así todo mi esfuerzo fue en vano, de nada sirvió hacerme la fuerte cuando día a día un pedazo mi se moría empujandome cada vez más cerca del abismo... Quizá yo estaba dentro de el hace mucho... quizá creí haber encendido una pequeña esperanza al conocer a Alex hasta que la tempestad vino y me arrebató todo.
Lo había perdido, pedí el amor de Alex, el reconforte que me brindaba Gabriel... Todo se había ido.

Mi vista bajo a mis brazos, mi cuerpo temblaba debido a los espasmos del llanto, tenía miedo, miedo a no encontrar lo que buscaba... paz.
Pues hacía dos semanas que había terminado con Alex y no había vuelto a recibir una llamada o mensaje suyo.