Un día más en mi vida, un día menos para el final del verano. Yo, en estas ultimas semanas de verano, me deprimo mucho. Pero hoy me he dado cuenta de la parte buena, que es... ¡Me voy a una residencia en California para hacer Bachiller! ¡Allí hay playas! ¡Podré salir de este infierno! De verdad, aquí hace un calor...
El Infierno es frío, está cubierto de hielo.
Agh, cállate conciencia.
Después de mi estúpida pelea mental, me dispuse a preparar mis maletas y a prepararme yo. Me cogí unos shorts vaqueros, una camiseta gris y unas deportivas azules. El azul es un color que me gusta mucho...
Se nota.
Ojalá pudiera desconectarte.
Pero no puedes, así que yo gano.
La mitad de mi habitación es azul, mis ojos son azules y hasta mi pelo es azul. Me encaminé al cuarto de baño con la ropa que me iba a poner y una toalla. No soy de las que se cambian fuera del baño después de ducharse, a menos que se baño conectado al dormitorio. Dí el agua fría, me desvestí y me metí a la ducha. Una ducha rápida y fría era justo lo que necesitaba. Termino de ducharme y me visto. Vuelvo a mi habitación y meto prácticamente toda mi ropa en 2 maletas. No es que tenga mucha ropa, no me gusta ir de compras (a menos que sepa que quiero comprar). "Muy" segura de mí, cierro la puerta de mi cuarto desde los 2 años después de haberlo vaciado todo y echarle un último vistazo. Dios, parecían haber pasado vidas desde que pasé noches enteras llorando muertes de libros y alguna que otra real, aquella vez que no había dormido por no parar de leer, las fiestas imaginarias con mis peluches, allí había obtenido más la mitad de la inspiración para mi libro "La Academia de Magia"...
SPAMMMMM
Cómo te odio
Soy tú, querida
¿Cuándo he dicho que no me odie?
Bajo y veo a mi madre llorando como una magdalena en la puerta. Al verme, corre a abrazarme. Le devuelvo el abrazo y luego miro a mi padre. Sus ojos (cabe resaltar que son de un verde/marrón precioso) me examinan y también corre a abrazarme. Mi hermano, al que no veía desde que se marchó a Las Vegas, no estaba, cosa que me deprimió.
Vamos, ambas sabemos que no te deprime ni lo más mínimo.
Puede, pero...
Y tampoco te sorprende.
Tuché.
-Adiós- digo. Nunca había pensado en cómo una sola palabra podía ser tan triste. Una palabra que dices tan a menudo...
-Adiós, cariño-dijo mi madre. Las lágrimas se le salían de los ojos.
-Cuídate- mi padre, al que sólo había visto llorar una vez, estaba a punto de volver a hacerlo-, y sé feliz, pero no te compres un camión.
Reí ante el chiste de mi padre que no creo que hayáis entendido, pero bueno... Fui hacia la puerta y salí, no sin antes mirar una última vez a mis padres. El taxi que mi padre había contratado para mí estaba esperándome. Al verme salir de aquella casa a la que llamaba hogar, se apresuró a ayudarme a meter mis maletas en el maletero. Después de casi una hora, llegué al aeropuerto. Mi vuelo salía en media hora, así que me tomé un sándwich. El vuelo duró poco más de una hora y media, tiempo que utilicé para leer, dormir y escuchar música. Al llegar a Los Ángeles, pedí otro taxi y le dije al conductor que me llevara a mi hogar estos 2 próximos años.
YOU ARE READING
Viviendo con 5 idiotas
RandomSophie tiene que irse a una residencia en L.A. para estudiar bachiller. El problema, vive con chicos... Muchas aventuras, amistades (nuevas y alguna que otra recuperada), algún posible amor y miles de oportunidades se le ofrecerán este año y los pró...