11|Colchonetas

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Nota: En este capítulo, la mayoría de los diálogos van a ser en español, pero no puedo ponerlo todo en cursiva o como se llame.

·*·*·*·*·*·*·

-Par de subnormales, ¿dónde estáis?

-Hola, Sophie- contesta con calma el chico-. Ya estamos llegando.

-Eso mismo dijiste cuando llamé hace casi una hora, Erick- replico andando de un lado a otro.

-¡No me llames por mi segundo nombre!

-Lo que tú digas- digo rodando los ojos-. Adiós- sonrío burlonamente-, Erick.

Cuelgo antes de poder escuchar las quejas del chico. Me giro hacia Sam, que está sentada en un banco esperando a que termine de hablar con los chicos. Al final Xavier no puede venir ahora, pero vienen Iván y otro amigo.

-¿Y bien?- pregunta sin levantar la vista de sus uñas-. ¿Sabes? Hay un centro de belleza aquí cerca, podríamos ir a hacernos la manicura.

-A lo primero, dicen que ya llegan- me miro las manos. Tengo los dedos despellejados y la uñas mal cortadas. La gente dice que "no es propio de una señorita", pero nunca he hecho algo que se denomine como tal realmente-; a lo segundo, ni de coña. Sabes perfectamente que no me durarían ni un día.

-Sí, lo sé. Tienes que cuidarte un poco más las manos- me coge la mano izquierda. Yo la agito para que la suelte.

-Podría- admito-, pero también podría jugar al rugby sobre la arena ardiendo otra vez, pero no lo hago porque ambas sabemos cómo terminó eso la última vez.

Asiente dándose por vencida y se levanta.

Vamos andando hasta la parte delantera del Centro Comercial, donde nos encontramos con Iván, que está hablando con un chico un poco más alto que él, de ojos oscuros y pelo castaño claro tirando a rubio. Sam y yo nos acercamos a los chicos para saludarles.

-Por fin- dice la rubia dándole un golpe en el brazo a ambos-, me estaba aburriendo de esperar- se queja.

-Una simple pregunta, ¿por qué narices habéis tardado tanto?- cuestiono cruzándome de brazos.

-Una simple respuesta- comienza Iván imitándome-, se ha quedado dormido- señala al otro chico con un gesto de cabeza. Este le mira indignado.

-¡Pero si has sido tú el que se ha quedado dormido!

-Nadie ha pedido tu opinión, Erick- hago un gesto con la mano restándole importancia.

-TE HE DICHO QUE NO ME LLAMES ERICK.

-TE HE DICHO QUE ME DA IGUAL LO QUE DIGAS- contesto intentando imitar su voz.

-VAS A MORIR.

-No. Es más, si lo intentas seguramente mueras tú- le dedico una sonrisa burlona.

-Es verdad- me apoya Sam-, morirías tú antes de que tuvieses la oportunidad de ponerle una mano encima.

Sonrío esta vez con suficiencia para luego darme la vuelta y dirigirme hacia las escaleras mecánicas que se dirigen al segundo piso. Me giro cuando me doy cuenta de que nadie me está siguiendo.

-¿Qué pasa? ¿No venís?

-¿A dónde se supone que vamos?- pregunta Iván.

-¿Es que no confiáis en mí?

-No, sinceramente no.

-Morirás, E...- me callo al ver la cara de mi amigo- Adrián. ¿Contento?

Viviendo con 5 idiotasWhere stories live. Discover now