Llegamos Sam y yo al skate park. Íbamos a pasar por la puerta de la casa de Iván, pero nos han dicho por mensaje que no les esperáramos. Allí solo están Xavier y Alexander. Entramos en el recinto y nos acercamos a ellos. Paro el patinete en el que estoy subida y me descuelgo la funda de la cámara del hombro para sacarles una foto desde lejos. Me arrodillo para tener una buena perspectiva y hago la foto. Me separo de la cámara y observo la fotografía. He conseguido captar a mi hermano con los brazos detrás de la cabeza y a Xavier con la cabeza echada hacia atrás, riéndose contra el sol. Sonrío ante lo bien que me ha quedado y me acerco a los chicos.
-Buenas- saludo. Sam se acerca a mi lado, dejando la bolsa con ropa que hemos elegido para las fotos que le voy a hacer-. ¿Qué hacéis?
-Esperaros, básicamente- contesta Alexander.
-¿Y de qué hablabais?-pregunta esta vez Sam.
-De qué película íbamos a ver esta tarde.
-¿Y en qué habéis quedado?
-Parecéis espías- nos reprocha Xavier.
-Somos chicas- contesta mi amiga obvia-, ¿qué esperabas?- el chico asiente dándole la razón-. ¿Y bien? ¿Cuál es la película?
-Tendréis que esperar- dice misterioso mi hermano.
-Mala persona- le doy un golpe en el brazo-. Bueno, ¿vamos a patinar o algo?
-¡Claro!- exclama Sam.
Voy a subirme al monopatín cuando noto que una mano me agarra del brazo.
-Oye- me giro-, ¿sabes dónde está mi hermano?
-Nunca me había imaginado que te preocuparas por él- bromeo, pero cambio de expresión al ver la cara de real angustia del chico-. No, no lo sé. Lo siento. Han dicho hace tiempo que no les esperáramos y hemos venido
-¿Por qué te disculpas?
-Realmente, no lo sé- me cruzo de brazos-. Es que, siempre tu madre me decía de broma que cuidara de vosotros, y yo me veía en la obligación de hacerlo- confieso-. Por eso, ahora que no sé dónde está Iván, siento como que he fracasado o algo así...
-No te preocupes- dice poniendo una mano sobre mi hombro-, no pasa nada- suelto una risita-. ¿De qué te ríes?
-He sacado tu lado sentimental- contesto burlona, a lo que Xavier me saca la lengua y se monta en su bicicleta para irse con Alexander, que ya está dando saltos por ahí.
Me monto en el monopatín y me impulso, pero antes de que pueda moverme, alguien me agarra del hombro.
-¿¡Es que no me vais a dejar patinar!?-exclamo mientras me giro. Iván suelta una carcajada. Yo le pego en el brazo-. Tu hermano estaba preocupado por ti. Y ahora déjame tirarme, ¿vale?
-Bien, bien.
Me suelta y yo le dedico una sonrisa con una mezcla de agradecimiento y exasperación. Impulso el monopatín con un pie y me tiro por la rampa. Subo por la de enfrente y salto con el skate. Me acerco a Sam, que está haciendo cabriolas con el patín y le pido que nos haga una foto a Iván y a mí saltando.
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Viviendo con 5 idiotas
RandomSophie tiene que irse a una residencia en L.A. para estudiar bachiller. El problema, vive con chicos... Muchas aventuras, amistades (nuevas y alguna que otra recuperada), algún posible amor y miles de oportunidades se le ofrecerán este año y los pró...