POV. IVÁN
Es tarde. Me despido de Adrián y subo a mi habitación. Cuando entro, veo que Sophie ya está durmiendo. Me muevo despacio, tratando de no despertarla. Llego a mi cama y me tumbo, me he cambiado de ropa antes. No estoy excesivamente cansado. Miro a Sophie, durmiendo imperturbable. Tiene el brazo tapándole la cara y la camiseta ligeramente levantada. Las sábanas están a un lado, pero no parece importarle. Cuando respira, se oye un silbido, el cual siempre está ahí, pero en la tranquilidad de la noche se escucha mucho más. Sonrío pensando en la de veces que hemos hecho esto, quedarnos a dormir en nuestras casas, siempre alternando entre ambas casas. A la casa de Adrián no podíamos ir porque sus padres se habían separado y las casas de los dos quedaban muy lejos. Dejo de observarla y giro mi cabeza hacia el techo. Me duermo pensando en todas las cosas que he hecho con mis amigos.
*·*·*·*·*
Me despierto y veo que Sophie ya no está en la habitación. Miro la hora, las diez y media de la mañana. He dormido bastante. Me levanto, me estiro y voy al baño a asearme. Una vez que ya me he lavado la cara y aseado, salgo del baño y bajo a la cocina. Allí me encuentro con Sophie y Adrián, los cuales están haciendo el desayuno en pijama. Me acerco y me siento en una silla, esperando a que me pongan el desayuno. Parezco un niño pequeño.
-Tengo hambre- protesto.
-Espera- contesta Sophie haciendo un gesto con el dedo índice-. ¿Quieres café?
-Sí.
A los pocos minutos, dejan un plato con tortitas en la mesa y una taza de café enfrente de mí. Creo que al olor de las tortitas, Sam, que había estado durmiendo en el sofá hasta ese momento, se levanta como si tuviera un resorte y se sienta a mi lado.
-¿Y Xavier?- pregunto mientras llevo un trozo de comida a mi boca.
-Ha salido a correr hace unos diez minutos- responde Adrián, imitando mi acción.
-¿Desde cuándo sale a correr?- estoy extrañado, nunca lo he visto haciendo ejercicio por su cuenta.
-¡Están muy buenas!- exclama Sam, fuera de la conversación. Nosotros la miramos raro-. ¿Qué? Me refiero a que deberías cocinar más a menudo- nadie habla, estamos intentando no reírnos-. Decid algo, me dais miedo.
Estallamos en carcajadas, indignando a Sam.
-L-lo siento- consigue decir Sophie a duras penas. Parece que va a añadir algo, pero se pone a toser violentamente. Después de unos segundos toma aire exageradamente.
-Sofía, no nos pegues esos sustos- me quejo con la mano en el pecho, fingiéndome horrorizado.
-Lo siento de nuevo- se disculpa otra vez.
Seguimos comiendo y hablando. Al parecer, Sam se vuelve hoy después de comer a Los Ángeles.
-¡Pero si llevas aquí tres días solo!- exclama Adrián.
-Sí, pero olvidé que tenía que ayudar a una amiga con una cosa muy importante- se defiende.
-¿Con qué?- pregunta Sophie mirando su móvil mientras se lleva su taza de té a los labios-. Con qué tienes que ayudar a Steph, digo- se explica al ver que Sam no entiende.
-Ah, con un trabajo de clase.
-¿Sobre qué?- levanta la mirada, apremiante.
-Es de biología, no te interesa- contesta restando importancia.
-Cómo me conoces- sonríe y vuelve a fijar la vista en su teléfono.
Me acerco a ella y apoyo la cabeza en su hombro. Tengo la manía de hacerlo aunque ella es bastante más baja que yo.
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Viviendo con 5 idiotas
RandomSophie tiene que irse a una residencia en L.A. para estudiar bachiller. El problema, vive con chicos... Muchas aventuras, amistades (nuevas y alguna que otra recuperada), algún posible amor y miles de oportunidades se le ofrecerán este año y los pró...