Me despierto a la hora de siempre, solo que hoy me sorprendo al amanecer abrazada a algo, bueno, más bien a alguien. Voy recordando la noche anterior poco a poco, la fiesta, la llamada, James...
-James- digo dándole toques al chico en el brazo-, James, despierta.
-¿Qué?- pregunta desorientado mientras se incorpora en mi cama.
-Ya te puedes ir a tu habitación, tranquilo.
-¿Qué hora es?
-Las siete.
-Ahg- exclama volviéndose a tumbar.
-Vamos. Si no, los chicos se van a enterar. Puedes volver a dormirte en tu cuarto.
-Vale.
-Por cierto- digo cuando el peli-negro se levanta de la cama y me mira-, gracias por quedarte a dormir conmigo, no sé cómo agradecértelo.
-No es nada.
Sale de mi habitación y se va a la suya. Me quedo mirando cómo gira medio dormido por el pasillo, es tan buen amigo. Me tiro en la cama, aun habiendo dormido bastante bien, sigo agotada. Vuelvo a dormirme y sueño con el difunto amigo de mis padres.
"Él está con todos mis amigos y conmigo en Nochevieja, tirando petardos cerca de mi casa en Denver. Yo vuelvo a tener 10 años, esto pasó de verdad. Se acerca a mí y me dice:
-¿Quieres tirar un petardo, "ranita"? No quedan muchos.
En el fondo tengo algo de miedo, pero acepto. Alargo el brazo para agarrar el tubo de pólvora. Acerca un mechero a mi mano y prende la mecha. Lanzo el petardo lo más lejos que puedo, ¡es muy divertido! Nos pasamos casi toda la noche haciendo esto, lanzando petardos y yendo a por más a nuestras casas. No recuerdo algo más divertido con todos mis amigos. ¡Qué diversión! De repente, sale mi madre de casa, llamándonos para ver caer la gran bola de Times Square en directo. Nosotros, como vivimos en España, tenemos la tradición de tomarnos 12 uvas. Bueno, "uvas", porque los niños tomamos grageas de chocolate. Después de ver caer la bola, volvemos a salir y gritamos por toda la calle.
-¡Feliz año nuevo!
-¡Feliz 2012!
-¡Yuujuuuuuu! ¡A comernos el año!
Todos nos reímos. Este último ha sido mi amigo Iván. Nos lo pasamos genial..."
Despierto. Los párpados me pesan. Aunque me he vuelto a dormir, sigo cansada, pero no creo poder seguir durmiendo. Bajo lentamente las escaleras hasta la cocina. Miro el reloj, son las 9 de la "madrugada", como diría Iván."Ay- pienso suspirando-, ¡cuántos recuerdos me trae este chico!" Sonrío al pensar en él y en mis amigos, tengo que invitarles a algo después del funeral. Me preparo un café con leche, no tengo mucha hambre. Me tiro en el sofá y enciendo la televisión, ¿debería contarle todo esto a Sam? Nos lo contábamos todo en el instituto y en primaria. Son las 10. Cuando termino de tomarme el café y de ver una serie, subo y me doy una ducha. Hoy es viernes y no tengo nada que hacer, por lo que seguramente vaya a dar un paseo por el parque. Me pongo unos vaqueros negros, una camiseta blanca y una chaqueta negra. Cojo una mochila en la que meto algo de dinero, las llaves, el móvil, unos auriculares y un libro y me la cuelgo al hombro. Ninguno de los chicos parece con intención de levantarse, ni siquiera Daniel. Salgo cerrando la puerta detrás de mí. Cruzo el patio delantero a paso lento. No tengo ganas de nada, pero necesito despejarme.
Cuando llego al parque, me siento en un banco, saco el teléfono y conecto los auriculares. Pongo música y cierro los ojos. Está sonando "Memories" de Shawn Mendes. Amo esta canción, no sé por qué, pero me encanta. Me pierdo en la voz del cantante, tanto que no me doy cuenta de que el chico con el que estuve hablando ayer por el reto se ha sentado a mi lado.
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Viviendo con 5 idiotas
RandomSophie tiene que irse a una residencia en L.A. para estudiar bachiller. El problema, vive con chicos... Muchas aventuras, amistades (nuevas y alguna que otra recuperada), algún posible amor y miles de oportunidades se le ofrecerán este año y los pró...