Editado 28 de agosto 2018
Maratón parte 2 de 3. Disfruten y comenten
Ella respiraba con violencia, estrepitosamente y emitiendo pequeños sonidos que me incitaban a seguir adelante. Veía como su pecho se alzaba, como sus mejillas se tornaban más rojas, los labios rosados semi abiertos por donde se escapaba la respiración caliente. Sus pupilas estaban algo dilatadas cuando se quedó mirándome, cuando conectamos.
—Zero... suéltame —pidió en un murmullo que le costó bastante pronunciar. Parecía afectada por mi presencia.
—Oblígame —respondí acercando mi rostro a su pelo y arrepintiéndome en ese mismo instante.
Fue como una explosión, su fragancia fue explosiva. Me permití con mi mano libre enrollar uno de los mechones castaños y olfatearlos. Era suave, como todo ella era. Solté el mechón castaño con puntas rojas con una sonrisa coqueta, ella era extraña en todo el sentido de la palabra. Cuando volví a contemplarla había cerrado los ojos y empezado a temblar, estaba roja como un tomate. Parecía haberse resignado a mantenerme la mirada.
Esta chica normalmente que era pura tempestad, ahora parecía arena movediza. Normalmente parece una chica divertida quien tiene todo bajo control, ahora se encontraba en un estado frágil, tensa y con la guardia por el suelo, escurriéndose como la arena entre mis manos; permitiéndome tocarla y olfatearla. Deje de enrollar el mechón para deslizar despacio mi mano por la curvatura de su mentón, sintiendo la suavidad de su piel, el calor de la vida. No era dueño de la situación ni tampoco parecía estar al control, mis instintos me incitaban a seguir acariciando y explorando cual arqueólogo cada tramo de piel, conservando en mi memoria sus expresiones cada vez que la tocaba como una reliquia. Cuando acerqué mi rostro a su cuello ella correspondió al gesto de forma automática, se empino para que alcanzara.
Repartí besos en aquella sensible y tersa piel, escribiendo versos de peligro con los labios. Estaba cruzando un límite que sabía que no debía de exceder. ¿Pero cómo cuando era tan adictiva, cuando su calor me abrazaba como una manta en invierno?
Hikaru:
¿Qué rayos estaba pasando y por qué lo permitía?
Me sentía paralizada y fuera de mí, era como si su presencia se hubiese apoderado de cada extensión, cada nervio y cada estimulo. Sentada sobre su pierna me alce un poco, poniendo los pies en punta con las manos elevadas sobre mi cabeza y sostenidas con fuerzas por Zero, quien depositaba besos que incitaban al pecado en mi cuello. Vaya que estaba haciendo un esfuerzo tremendo para no gemir del placer que producía el contacto de sus labios. El mundo me daba vueltas.
Sabía que estaba perdida, comprendía que, desde un principio, cualquier acercamiento de este tipo con Zero nuevamente derrumbaría toda pared que me hubiese esforzado en construir. Cuando sentí el rocé de sus dientes algo se disparó, la ilusión se quebró en mil pedazos cual cristal cuando algo más fuerte me recorrió por todas partes:
Miedo.
Reaccioné rápido, le di un cabezazo que me aturdió, no más que a él que sostenía su cabeza mientras maldecía. Cuando me liberó aproveché con tambaleos para patearlo hacia afuera del baño. Cayo de trasero viéndome sorprendido, al parecer termino de salir de la ensoñación y me contemplaba con el mismo terror que me recorría.
— ¡Eres un maldito vampiro, aprende a controlarte o te obligaré! —grite cerrando la puerta con fuerza y apoyando mi espalda en ella.
Lleve mi mano a mi pecho, respirando agitadamente, en realidad todo se había salido de control.
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Lo prometo {Vampire Knight}
FanfictionZero está molesto de que el director haya decidido buscarle una compañera para vigilar a la nueva clase Nocturna ya que Yuki con su reciente transformación es un peligro para el alumnado. Hikaru Yamanobe es la nueva guardiana sustituta de Yuki, que...