XXVII: Experimento

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Ambas chicas continuaron su charla como antes, como si no estuviésemos ahí. Aunque dejaron un punto claro, nuestra presencia solo importaba como cazadores que en cualquier momento pueden asesinarlas y la idea me encanta.

Necesitaba reportarle al director que la reunión con la otra clase había transcurrido tranquila, por lo tanto, ahora esperaba que él y su hija postiza terminaran de parlotear. Sin embargo, algo de lo que ella decía me llamó a la atención:

—Solo estoy preocupada de que esta situación sea más de lo que él puede manejar... —escuché que lo dijo en un susurro lastimoso, como si la idea la agobiara. Entré sin cuidado y sin permiso a la oficina interrumpiendo su conversación.

—Sus preocupaciones son innecesarias señorita Kuran, recuerde que yo en efecto soy la compañera de Zero-kun —lo quiera él o no—. Por lo que no quiera tomar decisiones precipitadas ni jugar papeles que no le corresponden.

La expresión en el rostro de la duendecilla me dejó saber que lo que decía le incomodaba, de hecho, en cuanto mencioné la palabra "compañera" su rostro se arrugó demostrando que le incomodaba la expresión que había utilizado.

—Como sea, la reunión salió bien, nadie dijo nada extraño y ahora me retiraré a mi turno de castigo.

Desaparecí de ahí como estoy acostumbrada y en poco tiempo estaba en la torre de vigilancia, donde encontré a Zero masticando sus famosas pastillas.

—Eso se ve que tiene un mal sabor —comenté, él solo me vio de reojo las heridas nuevamente y me hizo sentir incomoda.

—Hoy puedes irte, estás en recuperación y pensé que estabas de licencia.

—No puedo estar precisamente quieta.

"Ama, ¿puede introducir el tema de Ichiru a la conversación de una forma implícita?", preguntó Akayuki y solo asentí ganándome una mirada extraña de Zero.

Zero empezó nuevamente a ignorarme y se quedó al otro extremo de la torre que nos permitía una vista general de donde tomaban clases los vampiros. Traté de no distraerme con el pelo platino brillando con intensidad bajo la luz de luna, ni su mandíbula totalmente perfilada mientras miraba con desdén y desprecio a la clase nocturna. Esa postura relajada que al mismo tiempo era su forma de mantenerse en guardia, una que de cierta forma me hacía sentir segura.

"Ama...".

Lo siento.

—Oye Zero, disculpa haber hablado de tu hermano tan a la ligera —le di la espalda para fingir que de verdad lo lamentaba, cuando no era así.

—...

—Sabes, la verdad es que estaba curiosa, pero era una forma... Una forma retorcida de entenderte —esta vez le encaré y su rostro sorprendido me descoloco, ¿qué, no sonaba creíble?

—No hay problema, yo también debería de disculparme por decir que eres una buena para nada. Estas haciendo muchas cosas por la Asociación —le sonreí ante aquel comentario.

—Sí, estaban algo flojos y mi trabajo es ayudarles a ustedes. No fue nada en realidad... Oye, hay algo que me preocupa —esta vez se quedó observándome fijamente y traté de no perder el tono de "curiosidad y amabilidad" que mantenía— ¿por qué la sanguijuela de hace unos momentos habló de tu hermano con tanto... cariño?

Los ojos de Zero por un leve momento dejaron de observarme.

—Mi hermano no era un cazador como yo y no despreciaba a los vampiro, de hecho, él apoyó a la sangre pura que acabo con nuestra familia —con esas palabras de repente me sentí mareada.

Lo prometo {Vampire Knight}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora