Lo prometo {Vampire Knight}

III: Lio de compañeros.

Editado: 15 de agosto 2018. 

—Yamanobe-san, Yamanobe-san.

Una voz amable y suave me trataba de despertar mientras me movía un poco.

—Cinco minutos más —rogué en murmullos y me cubría con las sabanas dándole la espalda.

—Lamento el tener que levantarte sabiendo que no has dormido en días, pero Yagari-sensei se enfadara si no te llevo a clases —espeto Sayori mientras la veía con los ojos entrecerrados—. No me mires con esa cara de cachorro mojado.

Se mostraba triste ahora que me había volteado a verla, realmente la estaba mirando haciendo pucheros y ojos de perrito rogando por comida. Daba pena por así decirlo.

—Está bien... sólo porque me trajiste comida —dije levantándome haciendo que la suave sábana se deslizará por mi cuerpo.

Sayori pegó un grito y caí de bruces al piso.

— ¡¿Qué pasó con tu pijama?! —preguntó en un grito ensordecedor y señalando mi "pijama"—. No puedes dormir en ropa interior, si ocurre una emergencia y tenemos que salir, te verán así.

Me ayudo a levantarme ofreciéndome su mano y la acepte. Mi rostro dolía gracias a que cuando caí, mi rostro toco el suelo primero.

— No te preocupes por eso —respondí entre risas. Realmente me había causado gracia la situación—. ¿Crees que deba sentirme avergonzada de mi cuerpo? —pregunté haciéndole unas cuantas poses de modelo y esta había adquirido un color carmesí en sus mejillas.

— ¡Yamanobe-san! —gritó enrojecida.

—No hay necesidad de gritar tanto en la mañana —gruñí con un tono serio—, si quieres que me bañe y cambie llámame por mi nombre.

Note como sus mejillas se ponían aún más sonrojadas ya percatándose de que la observaba bajo la cabeza. Su cabello cubrió parte de sus mejillas y apretó sus manos haciendo puños en torno a su falda y levanto la cabeza con valentía para decir:

—H-Hikaru...san...

Emití un gruñido

—Hikaru —corrigió.

—Bien, ¿ves que no era tan difícil? —pregunte, aunque no esperaba una respuesta. Saqué mi toalla de una maleta y otras cosas—. Si quieres te puedes adelantar, ya sabré como llegar a clases.

—Lamento haber sido tan formal, pero es que a la única mujer que he llamado por su nombre con tanta confianza era a mi antigua compañera de dormitorio y mejor amiga, Yuuki —confesó. Abrí la boca sorprendida, me pregunto si ella estaría al tanto de como son las cosas en la Academia—. Volviendo al tema, con eso de "te puedes adelantar". Por si ya se te ha olvidado, tienes un mal sentido de la orientación.

Esta vez la sonrojada fui yo.

—Está bien —acepté avergonzada saliendo de la habitación—, veo que ya me estas tomando confianza como para responderme. Espero que seamos buenas amigas —sugerí en un tono alegre.

Caminaba por los pasillos y no encontraba el dichoso baño, así que decidí preguntarles a dos chicas que estaban aún en sus pijamas delante de las puertas de sus habitaciones.

—Disculpen, ¿podrían por favor indicarme en dónde está el baño? —pregunte y estas se giraron al instante a verme, y justo de la misma manera se sonrojaron. Creo que debo envolverme en la toalla y no pasear en ropa interior.