XXX: Ya te recuerdo

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El olor a alcohol me hizo recobrar la consciencia, abrí los ojos con sorpresa y me enderecé en donde sea que estaba.

—Verdammt1! —exclamé al sentir que todo me daba vueltas.

—Tranquila señorita Yamanobe, acaba de sufrir un desmayo producto de heridas anteriores que no me permiten cuestionar. Si se levanta de esa forma puede marearse fuertemente y caer otra vez en la inconsciencia —dijo la enfermera pasándome otra vez un poco de algodón con alcohol por la nariz.

Después me receto unas cuantas cosas para subir mi defensa, ella hablaba y hablaba y yo solo podía ver a Zero escribiendo todo lo que ella decía. Era extraño verlo con esa expresión de preocupación en su rostro cuando todo este tiempo estuvo tratándome con indiferencia y sorna. Noté que tenía puesta una camisa de mangas largas y unos pantalones holgados, me sonrojé con el pensamiento de que me había cambiado.

"Aunque usted realmente quiere que el la desnude, ¿no es así?", reía Akayuki. Parece que su lado zorro estaba saliendo más últimamente. Los Kitsune son sabios, pero también juguetones y con un atractivo hacia la sexualidad bastante elevado. De alguna forma Akayuki había fusionado la serenidad de Ichiru con la personalidad del espíritu Kitsune, ya no podía distinguir entre uno y otro lo que me llevaba a pensar de vez en cuando que Ichiru realmente se había ido y solo estaba tratando con un poco de lo que quedaba de su alma, aquella parte que aun no encontraba descanso. Si llegaba a cumplir con la meta de Ichiru, a cumplir su deseo, ¿acaso se marcharía?

¿Qué haría el Kitsune que insiste en ser llamado Akayuki en ese caso? ¿Seguiría siendo su ama o se iría de vuelta al bosque?

—Bueno, creo que lo que tiene que hacer ahora Kiryuu-kun es dejarte en tu dormitorio y descansar. Nos vemos, ¡ah, señorita Yamanobe! Por favor, use más rosa cúbrase un poco más —nos despachó y agregó ese comentario adicional. Ya era tarde, las primeras horas de la noche y su turno había terminado.

—Gracias —agradecimos antes de salir por los solitarios pasillos del edificio principal donde estaba la enfermería.

— ¡Ah, enfermera! —exclamé y la vi asomar la cabeza— Mi ropa no es su puto problema— vi como sus facciones se llenaban de sorpresa, probablemente la primera vez que un estudiante le dice algo. Abrió la boca a punto de darme un sermón así que tomé la mano de Zero quien también se encontraba sorprendido y corrimos bien rápido y lejos.

Cuando ya estábamos acercándonos a los dormitorios Zero dejó de caminar.

— ¿Por qué te fuiste sin avisar, Schatz? —su pregunta me tomó desapercibida.

Cualquiera hubiese pensado que con todo el empeño que he puesto y todas las esperanzas que he colocado en hacer que Zero me recuerde saltaría a sus brazos a abrazarlo. Pero la sorpresa para mí fue tan grande que, en vez de sentir alivio y felicidad, sentí enojo y le giré el rostro de una bofetada.

— ¿Cómo pudiste? —pregunté con dolor respirando hondo, sentía que iba a llorar.

—Yo... yo.... —Zero de repente había olvidado como hablar.

—Ichiru "murió", luego tu eres un semi neófito cayendo a nivel E, estas enamorado de una sangre pura... —Aceptar eso en voz alta fue como clavarme un cuchillo yo misma directo al corazón.

La sangre me bullía con enojo y tristeza, que finalmente hiciera memoria no me alegro como pensaba.

—Yo no estoy enamorado de Yuuki -negó bajando la mirada, solo mordí mi labio hasta sentir que sangraba y vi esos ojos rojos brillar.

Lo prometo {Vampire Knight}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora