IV: Sonrisa falsa

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Editado: 18 de agosto 2018.


El reloj marcaba las 4 de la tarde y ambos chicos no se movían de sus posiciones. Hikaru parecía disfrutar la situación, en cambio, Zero estaba frustrado; Quería pero no podía moverse. 

Siendo él un vampiro debería ser capaz de moverla de encima del, es más, lanzarla por los aires.

Pero le era imposible, estaba completamente neutralizado por la susodicha, cosa que lo estaba sofocando. ¿Acaso pesaba tanto?

— Te mueves tu sola, o te obligo a hacerlo-demandó de forma autoritaria.

—No creo que estas en la posición de ordenarme algo, Zero-ronroneo con sorna, acomodándose mejor encima de él.

—¿Se te ha soltado un tornillo o qué? –preguntó escrutándola con la mirada.

¿Cómo podía ser una mujer tan desvergonzada?

—No, para nada.... Yo nací atolondrada, pero tu Zero... Estas en un punto más allá de la locura- contesto ahora con un sutil tono de tristeza y a la vez de reclamo, cosa que intrigo al platinado.

Ella parecía estar hablando consigo misma, no con el.

—¿A qué te refieres?

Por la boca de la castaña se asomó una sonrisa juguetona, razón por se tensó bajo de ella. Esta entonces deslizo una de sus manos por el rostro pálido y no obstante suave del acorralado.

—Ojos rojos como la sangre-musitó con voz aterciopelada—, piel pálida capaz de competir con la nieve-agregó deslizando una de sus manos por la mejilla del, haciendo que este tuviera una respuesta humana al erizarse con aquel tacto, la caricia de las palmas cálidas de la chica estaba causando un efecto y extraño y conocido a el—, colmillos largos y filosos cual lobo deseoso de cazar y devorarse a su presa...o víctima.

Entonces deslizo su mano un poco más abajo, hasta su barbilla alzándola un poco, abriendo de esta manera la boca donde se asomaban los colmillos.

Zero se atraganto con su propia saliva, se aclaró la garganta como pudo pero calmar la quemadura de la sed en su garganta. Entonces la caliente necesidad de un dulce sabor metálico deslizarse por su esófago que saciara su sed, tintara y de paso que hidratara sus labios con aquel color carmesí incrementara.

—A... aléjate-jadeo debajo de ella, pero esta solo sonrío al ver como el chico se debatía debajo de ella, sus manos temblaban y evitaba sobre todo algún contacto visual con ella.

No quería aceptar que lo que ella decía era cierto.

—Tus ganas de dejar a alguien sin una gota de sangre...-entonces presionó la palma de su mano derecha sobre su garganta, se sintió desorientado— Cuando ese deseo inhumano llegue...cuando quieras acabar definitivamente con la poca humanidad que te queda–hizo una pausa casi eterna- Te asesinare sin vacilar, no importará que seas mi compañero... Zero.

El mencionado abrió los ojos como platos estupefacto por lo que dijo y luego emitió un gruñido de desaprobación.

—Bájate-ordenó debatiéndose ahora con más fuerza y voz ronca, pero esta apretó el agarre sobre la garganta donde estaba tatuado aquel sello, suavemente clavando sus uñas para asustarlo.

Y lo estaba logrando.

La evidente frustración y el enojo en sus ojos encendidos; enloquecido y abatido por sus palabras. Pero eso solo la hizo sonreír mentalmente ante la reacción tan asombrosa que tuvo por sus palabras y su tacto, pues había sucumbido realmente a sus palabras y de paso las había interpretado como su historia...Ergo, no se equivocaba al pensar mal de él.

Pero eso no debía de interferir con su trabajo, así que como si todo lo anterior solo fuese un juego... o acaso alguna broma de mal gusto o juego.

Con una sonrisa inocente e infantil dijo:

— ¿A qué viene esa cara tan seria? Solo jugaba contigo tonto-se levantó ahora ofreciéndole la mano de manera firme.

Pero este solo atino a abofetearle la mano en respuesta y levantarse por su cuenta.

— No vuelvas a bromear conmigo de esa manera- Casi escupió diciendo aquello con rabia, ella solo junto sus manos "disculpándose".

-Claro Señor- luego empezó a caminar detrás del con calma.

Llegaron a la puerta del dormitorio luna en poco tiempo y ahí estaban todas las féminas, cual oferta de la boutique más cara, peleando y jalándose de los pelos por subir por la columna primero.

— ¡Abajo sabandijas! –grito Zero a dos de ellas que estaban subiendo por la columna, casi cruzando al otro lado y con eso basto para congelar la situación, cada una de las "luchadoras" estaba paralizada—. Formen dos filas- ordeno después y estas obedecieron cual perro a su amo.

Hikaru observaba divertida la situación, le pareció muy interesante el liderazgo del chico sobre ellas, sobre todo cuando ella lo obligo a volverse sumiso. Pero se vio interrumpida tras sentir una mano tomar su muñeca.

— Disculpa, ¿tú quién eres? Únete a la linea, obstruirás el paso de la clase nocturna- dijo una chica de cabello corto y negro mirándola con furia.

— Excúsame bonita pero...- Hikaru sonrió sacando el cintillo de guardián y esta palideció al ver como lo subía por su brazo dejándolo hasta la altura de su hombro— será mejor que tu pie esté detrás de esa línea de la cual me hablas o Zero te regañara- amablemente le sugirió y esta retrocedió, a pesar de que esta le había hablado bien ella vio en sus ojos que era mejor hacer lo que le decía.

Todas las jóvenes la miraban de pie a cabeza y de vez en cuando susurraban entre ellas:

¿Quién es?, ¿será de la clase nocturna?, tiene la apariencia, ella es muy amable, recuerda que ellos solo nos hablan en eventos es diferente.

— Disculpa, todas aquí nos preguntamos, ¿eres la sustituta de Yuuki?-preguntó una directamente a la guardiana.

Hikaru miro por el rabillo del ojo a Zero y este apretaba los puños con aparente enojo y confusión, entonces volvió a mirar a la chica.

— Sí-dijo sin pelos en la lengua y todas empezaron a gritar felices—, ¿acaso ella les robaba la atención de la clase Nocturna?-preguntó a la misma que le había hecho aquella pregunta, descifrando con total inocencia la razón de la felicidad de esas chiquillas al saber que la guardiana había abandonado el puesto.

— Sí, ella siempre tenía una relación estrecha con cada uno de ellos, nos robaba la atención de Kaname-sama junto a la de Idol-sempai-refunfuñó al igual que otras y Hikaru solo ladeo la cabeza con una sonrisa de amabilidad.

Todas se le quedaron mirando, el viento hacia ondear el largo cabello castaño con mechones rojos, parecía suave y tenía brillo propio, no obstante se fijaron que el uniforme le sentaba mejor que a cualquiera de la clase diurna y no obstante seguramente la nocturna. Tenía una cintura muy definida que destacaba en el uniforme, unos senos grandes, redondos y levantados. Piernas torneadas atléticas y femeninas al igual que sus brazos, uñas pintadas de un tono azul pastel y ojos ambarinos incluso más cristalinos que los de la antigua humana, coronados por unas largas pestañas negras y más abajo estaban sus labios. Parecían dibujados por el mejor artista; un tono rojo leve, contorneados y algo carnosos. En sí, la chica podría ser la tentación de cualquier hombre o mujer, dependiendo su orientación sexual.

Entonces tragaron todas con dificultad viéndose en una situación difícil, pues tenían delante suyo a una diosa y ellas eran unas simples, plebeyas.

¿Y quién les dijo a ustedes que a mí no me gustaría la atención de algunos de la clase nocturna?- preguntó con una sonrisa ladeada, que a pesar de ser una hermosa y sincera sonrisa, escondía maldad pura.

Zero se giró bruscamente a su dirección cuando esta se encontraba de espaldas sin saber que decir.


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