Capítulo 11 "Libertad"

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Los personajes no me pertenecen. Le pertenecen al gran autor Akira Toriyama. 

"La libertad no es nada más que una oportunidad para ser mejor" Albert Cam.

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Estaba muy ansioso y sumamente molesto. Tenía la mirada fija en la carretera mientras que su mente no dejaba de proyectarle imágenes de lo que pudo haber pasado con los muchachos. Su hijo menor no respondía a sus llamadas ¿Qué rayos pudo haber pasado? ¿Qué tan grave era el asunto? Sacudió su cabeza ligeramente, miró la hora en la pantalla táctil full de su coche, estaba a solo 10 minutos para llegar al lugar que Gokú le había mandado por GPS. Ocurrido el lapso, por fin vio el edificio. Estacionó su coche y luego salió de él. Observó la edificación que tenía enfrente, no se veía tan deprimente y execrable como el lugar donde estaba encerrado el señor Ouiji. Mientras se acercaba al sector, pudo leer muy bien las letras que estaban en el inferior del inmueble: "Departamento de policía de la cuidad del oeste". No perdió más el tiempo y, entró en ella.

La sala del sitio estaba muy amplia y había abundante luz. Frunció el ceño, no se esperaba ese ambiente. Se sentía muy tranquilo y relajado, pero después recordó porqué estaba ahí ¿Dónde estaba el inútil de su hijo menor? Se adentró más al lugar y observó a alguien en recepción. Se acercó al policía que estaba ahí.

Bardock carraspeó.

—Disculpe, oficial—al hablar lo hizo con dificultosa amabilidad—. Vengo por el asunto de unos muchachos. Ellos son...

— ¿Se refiere a los jóvenes problemáticos de la fiesta en la playa? — la oficial despegó su vista de la revista que estaba leyendo y se impactó al ver lo que tenía enfrente.

«Este hombre sí que es muy atractivo» pensó la mujer policía.

Bardock no se dio cuenta de la mirada tan lujuriosa que la señorita estaba usando en él. ¿Qué quiso decir ella con jóvenes problemáticos?

—Sí, ellos. ¿En dónde están?— preguntó impaciente.

— ¿Son sus parientes?— preguntó una voz masculina detrás de él.

La oficial se sobresaltó y se puso de pie, optando una pose firme y respetuosa. Bardock se volteó y observó a un hombre de aspecto serio, físicamente obeso, bigotón y calvo; supuso que él era el encargado del departamento.

El comisario se dirigió a su segundo oficial.

—Retírate— le ordenó, tajantemente.

La chica obedeció enseguida, mirando de soslayo a Bardock mientras pasaba a su lado. Estaba molesta por no quedarse ahí, pero después se encargaría de revisar la base de datos y saber sobre el apuesto joven señor. Mientras tanto, el comisario se dirigió a Bardock, mirándolo de pies a cabeza, supuso en ese instante que ese sujeto era de esos adinerados. Al saber los apellidos de "los chicos problemáticos", entendió claramente que podía sacar un buen beneficio económico con esas personas. Bardock sintió la mirada del policía y también lo observó. Ambos hombres, frente a frente, desafiándose.

—Pague la fianza y serán libres—dijo tajante el oficial.

— ¡No!—profirió Bardock, rotundamente—. Primero quiero verlos.

Al oficial le dio un tic en el ojo ¿Estaba negando una orden suya? El impulso no llegó tan rápido que la lógica, era mejor hacer lo que ese sujeto le pedía; después le tocaría a él estar en su lugar. Recuperó sus facciones serenamente y con una hipócrita amabilidad se dirigió a Bardock.

"El amor de una amistad" +18 ~TERMINADO~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora