"El amor de una amistad" +18 ~TERMINADO~

Capítulo 4 "Culpa"

 Los personajes no me pertenecen. Le pertenecen al gran autor Akira Toriyama. 

"La peor culpa es aceptar una culpabilidad no devengada" Ayn Rand.

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Se separó un poco de Bulma, necesitando mirar hacia la residencia Brief para corroborar si había un familiar suyo que pudo haber salido detrás de ella, pero no vio a nadie. También se dio cuenta que en el suelo estaba tirada una mochila, la tomó del piso y sin dejar de abrazar a la ojiazul la empujó adentro cerrando la puerta con el pie. La guió hacia la sala y la sentó en uno de los sillones, mientras que él estaba de pie, frente a ella. La miraba con el ceño fruncido y su típica pose de brazos cruzados. Bulma se cubría su cara con ambas manos, no dejaba de temblar y de llorar. Vegeta tomó asiento en la mesita de centro y se dirigió a su amiga usando una voz autoritaria pero a la vez gentil.

—Bulma—la tomó por los hombros para obtener su atención—, deja de llorar y mírame.

Ella solo pudo negar con la cabeza y, después, explotó.

— ¡NO FUE MI CULPA!—gritó ella mirando a Vegeta—. Yo no quise... ¡Fue un accidente! Yo no... no lo maté. ¡No lo maté! ¡NO LO MATÉ! Me odia... ella me odia.

Y, dicho eso, volvió a cubrirse la cara. Vegeta sí que estaba desconcertado, no entendía nada. Su cabeza estaba procesando todo lo que Bulma le había gritado.

«¿Accidente? ¿Mató? ¿Ella?»

Trataba y trataba de juntar todas las piezas del rompecabezas, pero aun así no tenía respuesta alguna. Bulma se limpió sus lágrimas con el reverso de su mano y observó a Vegeta.

—Me culpa de la muerte de mi padre—susurró ella.

— ¿Quién?—demandó saber Vegeta en tono furioso, aunque él ya presentía la respuesta.

—Mi mamá—dijo ella con voz apenas audible, desviando la mirada.

Vegeta tenía unas inmensas ganas de ir a buscar a la madre de Bulma para gritarle sus cosas, pero se contuvo. Su amiga lo necesitaba en esos momentos.

La tomó de la barbilla para poder leerla, sin embargo ella seguía con sus ojos fijos en otra dirección.

— ¡Niña, mírame!— le pidió una vez más. Ella enfocó sus ojos azules en los negros azabaches de él—. Necesito saber, así no podré entenderte y mucho menos ayudarte.

Bulma asintió débilmente, empezó a calmarse poco a poco y exhaló profundamente. Empezó a redactar con voz débil pero entendible.

—Antes de vivir en la casa de enfrente—comenzó Bulma su relato un poco más relajada—: mi papá, mi mamá y yo, vivíamos en Corporación Cápsula. Era una compañía que fue fundada y dirigida por mi padre, el Dr. Brief. El mayor logro de la empresa fue por la invención y la producción de las cápsulas Hoi Poi, con este invento la empresa de mi familia ganó popularidad— Bulma hizo una pequeña pausa y continuó—. Todo marchaba de maravilla, tenía una hermosa relación con mi madre, y con mi padre pasaba la mayoría de mi tiempo libre a lado de él; ya que me enseñaba a construir, reparar y modificar los inventos que él diseñaba. Poco tiempo después, empecé a diseñar los míos. Un día, ayudaba a papá a construir una cámara de gravedad, teníamos que incrementar su agravación y que tuviera una resistencia mucho más para que durara en unas pruebas—tragó saliva sintiendo un gran nudo en su garganta. Vegeta escuchaba todo con atención—, pero algo salió mal...