Los personajes no me pertenecen. Le pertenecen al gran autor, Akira Toriyama
"El amor no puede soportar la indiferencia. Necesita ser querido. Como una lámpara, que necesita ser alimentado por el aceite del corazón de otra persona, o su llama arde bajo" Henry Ward Beecher.
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Bulma y Vegeta se adentraron a la mansión Son. Para tranquilidad de ambos, todos actuaron como si nada hubiese pasado. Gine y Mei miraban de soslayo a los chicos, quiénes se veían tranquilos. Las dos mujeres supusieron entonces que los malentendidos se habían resuelto. Gokú y Raditz se encontraban en la sala viendo un programa sobre las artes marciales, minutos después, el sueño llegó para los hermanos. Gine les compartió a Bulma y a Vegeta una habitación para que pudieran reponer las horas de desvelo. Los hermanos Son subieron también a sus respectivas habitaciones. Ese día, los chicos, durmieron durante toda la tarde.
La perspectiva de Bulma cambió un poco en cuestión en su "relación" con Vegeta. Conocía muy bien al joven Ouiji y era muy difícil hacerlo cambiar de opinión, pero ¿se necesitaba formalizar un noviazgo para demostrarle amor a una persona? Esa pregunta le estaba dando muchas vueltas en la cabeza; tal vez no sería necesaria, hasta ahorita. Bulma llegó a la conclusión de que a Vegeta no le desagradaría esa idea, tal vez para él sería muy incómodo, empalagoso y cursi, pero aun así, ella sabía que las demostraciones no iban a terminar y con eso se iba a conformar... por ahora.
Vegeta, por una parte, lo ocurrido en la empresa con el encuentro de Fasha, las insinuaciones de Gine, Gokú y Raditz, y la discusión de Bulma; lo tenían mentalmente agotado. En el caso de Fasha ¡Esa mujer era una descarada! Presentarse a la empresa como si nada ¡No tuvo nada de vergüenza! Por el bien de esa zorra, el chico Ouiji confiaba que ella no volvería a poner un solo pie en su empresa. Ahora, ese detalle sería mejor guardarlo, su madre no tenía por qué saberlo, ya que se llevaría un mal sabor de boca y Ouiji no quería en esos momentos provocar un disgusto para ella. Después, lo que ocurrió en el comedor no era por lo cual preocuparse, aunque, sí lo tenía totalmente molesto. Por esas estúpidas indirectas terminó peleándose con su Bulma. Estaba consciente de lo que le dijo, eso debió de herirla, pero, esa insinuación que ella le preguntó lo había enfurecido; a pesar de que Bardock también se lo insinuó, sin embargo no le tomó mucha importancia. ¿Por qué mierda su mujer pensó que fue una aventura? ¿Qué no le había estado demostrando durante todo ese tiempo lo importante que ella era para él? Gruñó por lo bajo mientras retiraba bruscamente las sábanas de la cama. Mañana sería otro día, solo esperaba que fuera mucho mejor.
(...)
A las 8:00 de la mañana del día siguiente, tanto Bulma y Vegeta cargaban su respectiva mochila que olvidaron en la mansión de la fiesta en la playa, se despidieron de la familia Son y se dirigieron donde estaba estacionado el coche. Bulma, ya en la parte de atrás, no podía dejar de ver la mansión vecina desde la ventana del auto. Por lo que una vez le dijo el joven Ouiji, Gokú y él eran vecinos, y por lo que pudo observar en ese momento no había otras residencias cercanas. Desvió los ojos mirando a Mei y a Gine que se despedían una vez más con un emotivo abrazo, no estaba Raditz en ninguna parte. Gokú y Vegeta, quiénes estaban un poco alejados de las dos mujeres, intercambiaban palabras, más bien el joven Son, ya que Vegeta solo se dedicaba a escuchar lo que le decía su amigo. Bulma puso mala cara, en ese instante sospechaba en que el despistado de Gokú le estaba contando al joven Ouiji lo que habían platicado a solas; decidió no tomarle mucha importancia al asunto. Recargó su cabeza en la ventanilla y cerró sus ojos, su mente recordaba lo que había hablado con Gokú ayer en la tarde.
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"El amor de una amistad" +18 ~TERMINADO~
FanfictionUniverso Alterno: Bulma y Vegeta se conocen mientras estudian juntos en la preparatoria. Su relación comienza con una linda amistad hasta convertirse en algo más que eso. Ella tiene que superar la muerte de su padre y él una triste noticia que cambi...