Capítulo 26 "El término de cada día"

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Un sabio dijo: "Ama con locura, despierta con ganas, sonríe sin motivos, abraza con esperanzas y vive cada día como si fuera el último día de tu vida".

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Tema musical:

*Adiós Dulcinea—Mägo De Oz.

(...)

He decidido escribirte,

después de tanto llorar...

(...)

No había ningún otro paisaje más hermoso y majestoso como el que tenían enfrente. El cielo era de un azul intenso, totalmente despejado de nubes. Los rayos del sol golpeaban con todo su calor la cima de ese peñasco. Llegar allí para los dos fue una aventura más que estaría tatuada de por vida en sus pensamientos que se convertiría en un recuerdo más de los que reavivarían en un desconocido futuro. Bajo un frondoso árbol se encontraba Vegeta recargado en el tronco, ambas piernas estiradas y tenía una mirada ausente; parecía totalmente enfrascado en sus propios pensamientos. A su lado se hallaba Bulma quien también estaba sentada pero con las piernas cruzadas y apoyaba su cabeza en el hombro del muchacho. Habían decidido ir a un lugar tranquilo y relajante después de que cada uno había estado con sus respectivos padres. El visitar la tumba del doctor Brief fue para Bulma un lastimero calvario, ya que le hizo recordar ese fatídico día del accidente. Aunque le dolió cada segundo que estuvo frente a la lápida, se mantuvo fuerte en no derramar ni una sola lágrima. Se enorgullecía por ello ya que sentía que realmente había superado la muerte de su padre. Sin embargo, sabía muy bien que esa fortaleza que había adquirido y que le había costado tanto sufrimiento era gracias al muchacho que tenía a su lado. Sonrió mientras recordaba rápidamente todos los momentos que pasó junto con él. Desde el primer día que lo vio y le dirigió la palabra supo que obtendría un tesoro evaluable para toda la vida. Y no se equivocó... hasta ahorita. En su mente le llegó el pensamiento de que no tendría el compañerismo de Vegeta para siempre. De solo procesar aquello le dio un temible escalofrío. Su compañero lo notó e hizo que lo mirara a los ojos. Había confusión en ese semblante que a veces solía ponerla nerviosa hasta los huesos. Necesitaba hablar de eso, de sus miedos, de sus confusiones... solo él la entendería; y a demás parecía un buen momento para desahogar lo que le atormentaba.

Vegeta, ¿cuál es tu mayor temor? —soltó la pregunta sin más.

La pregunta de la chica había sorprendido considerablemente a Ouiji, eso lo había desarmado por completo. Se quedó mudo ante lo que para muchos era una frecuente interrogante, pero para él no. Abrió y cerró la boca un par de veces, dándose aires de no saber qué decir ante esa incógnita que lo puso muy nervioso. Pasado un minuto, el muchacho ladeó la cabeza un poco y compuso la sonrisa más descarada de lo que fue posible.

Pregunta equivocada, mujer—respondió Ouiji con una soberbia tan descarada—. Yo no le temo a nada.

Bulma arqueó una ceja, puso los ojos en blanco a causa de esa respuesta tan arrogante.

Eso ni tú te lo crees. ¿Acaso no te dan miedo los gusanos? —cuestionó la muchacha lazándole una mirada burlona a su novio quien enrojeció en seguida.

"El amor de una amistad" +18 ~TERMINADO~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora