Cap 39

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Después de nuestra conversación, papá fue a ver a Harley a su habitación mientras yo me preparaba para ir a acompañarlo hasta el aeropuerto. Hora y media después estábamos despidiendonos.

Ahora estaba en mi oficina, estaba feliz porqué por fin después de un año y siete meses la relación con mi padre había vuelto a ser la misma.

El teléfono de la oficina comenzó a sonar sacándome de mis pensamientos, contesté la llamada mientras veía a Harley jugando en el pequeño corral para bebés que había traído a mi oficina desdé que ella cumplió los cinco meses.

—Señora, el señor Lázaro y el señor Aaron están aquí. —aviso Laura.

—Hazlos pasar, por favor— dije y mientras los esperaba despeje un poco mi escritorio.

Cuando la puerta se abrió, ambos entraron, me dirigieron una sonrisa y luego Aaron saco a Harley del corral, Lázaro besó su cabello y luego se sentó frente a mí seguidamente de Aaron con Harley en sus piernas.

—Preciosa, de antemano te avisamos que ya tenemos casi todo listo, lo único en lo que queremos que nos ayudes es en elegir el lugar y que nos hagas una lista de invitados– Habló Aaron.

—El lugar puede ser en el jardín de atrás de mi casa – Lázaro anotó en una pequeña libreta y luego asintió.

—¿A quien vas a invitar? Lucí – preguntó Lazo.

—A mi familia, Rose, su esposo y los niños, y ustedes, por supuesto.– ambos me miraron mal y yo levanté las manos exasperada– Bueno, entonces encarguense ustedes y no me pregunten nada más.

—Eso haremos, adiós preciosa – dijo Aaron levantándose y dejando a Harley en el lugar donde estaba hace unos momentos.

—Adiós nena– se despidió Lázaro hacía mí, y yo le Sonreí, Aaron me guiño un ojo y seguidamente fue detrás de Lázaro, cerrado la puerta a sus espaldas.

Mi mente me llevó a recordar mi ultimo cumpleaños, fue cuando cumplí los veinticinco, tenía siete meses de haber llegado a esta ciudad, mis hermanos y Madre, me habían hecho una llamada telefónica para felicitarme, eso fue lo único bueno de ese cumpleaños. Me sentía sola, Con mi familia siempre organizábamos fiesta e invitábamos a todos mis amigos, en esté lugar no tenía a nadie para entonces, sólo a Lázaro y estaba de viaje, recuerdo haber llorado horas en mi habitación, hasta que escuché la puerta principal de la casa abrirse y baje a ver quien era, una vez en la sala de estar pude ver a James sentado en el sofá con la cabeza entre las manos.

Mencioné su nombre, y él levanto su mirada encontrándose con la mía a medio camino, rápidamente después que me miró frunció el ceño y se acerco, yo baje mi rostro y el tomó mi quijada en sus manos y levanto mi cara, me preguntó el porque de mi llanto y yo le respondí con un “No estaba llorando” en su mirada podía ver que no me creía pero aún así asintió y se alejó, nunca le dije que ese día era mi cumpleaños, ni mucho menos que lloraba porque me sentía sola.

Esa conversación quedó inconclusa, como todo lo que tenía con él.

El llanto de Harley hizo que saliera de mis pensamientos e ir por ella, saqué su papilla ya preparada y de la pañalera, y me senté en el sofá con ella en las piernas para darle de comer.

Harley sin duda es una niña hermosa, Su cabello rubio, hace un perfecto contraste con su tez blanca y mejillas rosadas, y sus ojos son sin dudas los más hermosos que en mi vida había visto, son tan azules, con algunas lineas negras los hacen ver tan exótico.

Mi padre dice, todos sus nietos son parecidos los unos con los otros, pero que en cada uno hay algo diferente, por ejemplo; En Líam, sin duda es su cabello risado, ni en la familia de mi padre y menos en la de mi madre habían descendientes con esa característica.

En Antonella, mi padre recalcaba su marca de nacimiento como diferencia de ella con resto, y es que es cierto;i pequeña sobrina tiene una marca de nacimiento en forma de corazón en su antebrazo izquierdo.

Con respecto a Sophia; sin duda su cabello totalmente negro es lo que la diferencia a ella. Ni la familia de mi padre o en la de mi madre nadie tiene ese color, en ambas familias, el color natural de cabello, es castaño, bien sea, oscuro o claro, pero jamás alguién en ninguna de las familias había tenido el cabello tan negro como Sophie.

Para culminar, se refirió a Harley como la más diferente a nosotros, ya qué; Sus ojos son azules, en su familia todos tienen ojos verdes, y en la de mamá, todos son de ojos avellanas o marrones. También él color de su cabello, Harley es totalmente rubia, y en mi familia eso no era algo “Normal”.

“¿Qué pasó con mis genes?” Me preguntó ya ebrío en el cumpleaños de Sophia.

—Preciosa.—habló Aaron entrando a la oficina– He venido por mis princesas favoritas para ir a almorzar.

—Sólo espera un momento – Sonreí guardando todo y limpiando a Harley con una toallita húmeda. Aaron se acerco y tomó a Harley de mis brazos, la cargó terminando de limpiar su boquita con la toalla, mientras yo terminaba de recojer sus cosas y mi bolso– Listo, vamos.

—Andando, – sonrió – ya hemos acabado con todo respecto a tu fiesta de cumpleaños.—aviso entrando al ascensor.

—¿Me dirás que es lo que han decidido?– pregunté el me miró a los ojos y luego miró a Harley en sus brazos, besó su frente al recibir una sonrisa.

—Tu cumpleaños es el viernes, y ese mismo día será tu fiesta en el jardín de tu casa. Los invitados son pocos, todos conocidos, tal y como te lo prometí.– dice sonriente y toma mi mano para salir del edificio en busca de su auto.

Un Flash, y luego otro golpean mi vista, siento que Aaron acelera su paso y intensifica su agarré en mi mano, hasta llegar a su auto. Hace una semana habíamos lanzado la colección de invierno, de ahí su presencia en el lugar, aún no habíamos dado una rueda de prensa.

Mi Hermoso ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora