Cap 57

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Me encontraba en mi casa con Harley, específicamente en mi habitación, estábamos mirando una caricatura, la favorita, de mi bebé una que lograba tomar toda su atención.

Estaba nerviosa, bueno, en sí, tener nervios era algo rutinario para mí desdé que James apareció en mi vida, pero los nervios que sentía en ese momento eran por el hecho de que estaba esperando la llegada de mi familia.

Hace una hora James se había retirado de la casa en dirección a la suya a petición mia, él hablaría con mi familia, tal y como había pedido, pero yo tenía que advertirles respecto a la noticia.

Mi teléfono vibró sobre mi abdomen y enseguida lo tomé en mis manos, desbloqueé la pantalla y entre al chat

Vamos en camino Lucí. Suerte.
                                                 

-Líana.

El mensaje hizo que mis nervios se dispararan aún más. Giré mi cuerpo quedando acostada en la cama sobre mi brazo izquierdo, mirando a mi bebé que yacía acostada tranquilamente mirando atenta la caricatura, Harley giró su rostro hacía mí y me dedicó una pequeña sonrisa que apenas pude distinguir debido al chupete que traía en la boca.

Opté por apagar la televisión y tomarla en brazos para seguidamente empezar a caminar en dirección a su habitación para ponerle algo de ropa ya que sólo vestía pañales.

Una vez que que dejé a Harley ya vestida con un body negro sobre la cuna, salí de su habitación y justo cuando estaba por entrar a la mía, la voz de Karla hizo que me detuviera.

—Disculpé señorita, su familia acaba de ingresar al recibidor – dijo y yo sólo pude asentir, ella salió de mi campo de visión en cuestión de segundos en dirección a las escaleras.

Entre a mi habitación corriendo y tomé el celular, con manos temblorosas busque el contacto y cuando lo encontré tecleé.

Ya están aquí, ven en diez minutos.                 

-Lucía.

Su respuesta no se hizo esperar:

En diez salgo para allá.
                                                 

-James.

Y con esa afirmación volví a dejar el celular en la cama e inhalé y luego exalé, cerré los ojos y salí de la habitación a pasó decidido.

Cuando empecé a bajar las escaleras podía oir las voces de mi familia que hablaba animadamente, también pude oír las risas de Antonella, Líam y Sophia.

—¡Tía!– grito Liam, que fue el primero que reparó en mí, tan pronto como exclamó el Tia los tenía a él, Antonella y Sophia enredados en mis piernas.

—¡Mis Bebés!– exclamé de regresó tratando de transmitirle todo el cariño que sentía por ellos y evitando en la medida de lo posible que no notaran mis nervios.

Me agaché hasta llegar a su altura, besando las mejillas de los tres y dándoles un fuerte abrazo, mientras escuchaba sus alegres risas y sentía su pequeños brazos rodearme.

—¡Te extrañamos mucho!– habló Antonella alargando la u en la palabra mucho.

Yo también los extrañe mucho a todos– dije mirándolos con una sonrisa– pero ahora necesito que vayan un momento con Karla a la habitación de Harley para que jueguen con ella mientras yo habló con todos ellos– les hice saber señalando a mis hermanos, padres y cuñados, todos ya habían reparado en mí pero seguían hablando tranquilamente– ¿Bien?– ellos asintieron y se fueron con Karla.

Mi Hermoso ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora