Cap 59

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Me encontraba en mi habitación con James y Harley. Mientras mi pequeña jugaba y al mismo tiempo miraba al televisor, yo estaba posicionada de rodillas y entre las piernas de James curando su labio roto

Él estaba sentando en el borde de la cama, con una expresión calmada.

—¡Aag!—exclamó en un jadeo.—Con cuidado luce, el alcohol sobre una herida abierta arde ¿sabias?

—Talvez si dejarás de moverte no te lastimaría.— dije con obviedad y el puso los ojos en blanco.

—Listo.—murmuré después de unos minutos.

Me levanté del piso mientras tomaba el alcohol y la cajita de algodón para guardarlos en el botiquín de primeros auxilios.

Con el botiquín en la mano me dirigí al baño y lo guarde en su lugar, cuando estaba apunto de dar la vuelta para regresar a la habitación, sentí los brazos de James rodearme desdé atras.

—Esto es un nuevo comienzo Luce, te prometo que voy a hacer todo lo posible para que tú y nuestra bebé sean felices—susurró mirándome directo a los ojos através del espejo a nuestro frente.—Por eso quiero hacer las cosas bien esta vez, amor, ahora que tu familia te apoya en esto, que la mía te conoce y te ha tomado cariño—Hizo una pequeña pausa—quiero que seas mía Lucía, quiero que seas mi esposa, casate conmigo.—pidió ansioso, yo sólo lo miré algo desconcertada.

Todo estaba pasando tan rápido que por un momento me sentí abrumada, presionada, pero tan rápido como esos sentimientos aparecieron en mi interior los deseché, era ésto lo que yo quería, después de todo ¿no? Quería darle una familia a mi hija, una familia dónde no fueramos sólo ella y yo, dónde también estuviera su padre.

Definitivamente sí, era ésto lo que yo quería. Formal una familia con James.

—Si quiero, James.—acepté con una sonrisa sintiendo una enorme felicidad.—Si quiero casarme contigo.—reafirmé aún un poco descolocada.

Él enseguida me abrazó aún más fuerte y me besó, con amor, con deseo... Con ternura, definitivamente yo no quería ir o estar en otro lugar que no fuera aquí con él, en el lugar que nos hizo daño pero también nos esta regalando los momentos más felices que recordaré en toda mi vida.

Mientras lo besaba una risa escapó de mis labios haciendo que nos separáramos y que él me mirará burlón con una ceja levantada.

—¿Puedo saber que te es tan gracioso?— cuestionó con burla.

—Pues que aparté de que me pidieras matrimonio antes de siquiera preguntarme si quería ser tu novia, me has pedido que me case contigo en el baño de mi habitación...—volví a reir y él rió conmigo.—Tan romántico que marcas la diferencia.

—Prometo que cuando te dé el anillo, va a hacer muy cliché.—dijo con una sonrisa mientras besaba mi cuello y él ya conocido nudo se empezaba a formar en mi vientre bajo, cuando una pequeña risa que provenía de la habitación hizo que empujará a James.

—Has dejado a Harley sola.—dije mirándolo acusatoriamente, mientras yo salía del baño con él detrás de mí.

—Estaba mirando peppa la cerdita.— lo miré con burla y se encogió de hombros.

—En todo el tiempo que estuvo conmigo, tenía que colocarle la caricatura cuando se ponía inquieta. Ya hasta me sé la canción de intro- reí ante su palabras, llegando hasta el lado de mi bebé para acostarme a su lado.

Harley se levanto de su lugar quedando sentada sobre la cama y luego se abalanzó sobre mí, quería leche, así que se la di y ella empezó a succionar mientras miraba la televisión.

James se acostó a nuestro lado, me miraba fijamente, y yo le dedicaba una que otra sonrisa cuando nuestras mirada se conectaban.

—Te amo Luce.—dijo de la nada, lo que hizo que yo pusiera toda mi atención en él. Me miraba como si en el mundo no hubiera otra cosa mejor que mirarme, su mirada decía tantas cosas que al final ni siquiera pude comprenderlas, pero solo una era clara, en sus ojos había una promesa.

—Yo también te amo, James.—fue lo único que respondí y él se estiró para besar mis labios, apretando el pequeño cuerpo de nuestra pequeña con el de ambos

Se sentía bien estar así, con él, con mi bebé, saber que a fin de cuentas si tendría una familia propia me llenaba de sastifaccion

—Iré el biberón de Harley, cuidala— dije una vez que ya nos habíamos separados.

Me separé de Harley y se la tendí a él que la tomó gustoso dejándola acostada con la cabeza en su hombro. Y salí de la habitación.

Cuando estaba casí al final del pasillo escuché la risa de Louis, Lía y Sophi, salir de unas de las habitaciones, y Sonreí. Mis padres estaban en su habitación, al igual que Kate y los niños en la suya, después de la reunión todo subimos a las habitaciones, el único que quedo en la planta baja fue Alejandro, pero seguramente ya había subido y en éste momento estaba con sus hijos y esposa.

Cuando llegué a la cocina le pedí a Luna que prepara el biberón y luego salí del lugar y me senté en uno de los sofá de la sala de estar para esperar.

Escuché las puertas corredizas del patio trasero ser abiertas y por inercia giré mi rostro hacía el sonido, Alejandro entró a la casa con la camisa que traía hace unas horas en las manos, cuando su mirada chocó con la mía, me ignoró y siguió su camino, pero antes que desapareciera de mi vista le llamé.

—¿Que es lo que quieres Lucía?—su tono de voz era más tranquilo, seguía enojado pero no como hace un rato.

—Solo quiero hablar contigo, hermano-—hablé de vuelta.

—Que sea rápido.—exigió sentándose en el sofá frente al mío.

—Sólo quiero qué estemos bien, no te pido nada más, Ale, quiero que éstes de acuerdo con esto, porqué con o sin tu consentimiento lo haré.

—No estoy de acuerdo con esto, pero no voy a darte la espalda, sin embargo no me pidas que trate de tener una amistad con Evans por que no lo voy hacer.—se levantó y seguidamente empezó a caminar hasta desaparecer de mi vista.

Eso era un comienzo...

Mi Hermoso ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora