Innegable © YoonMin

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Fue el escándalo de la noche, madrugada, del día siguiente y la semana. El grupo entero sabe que eso podría durar meses y que de todas formas, los medios continuarían.

Sentados en la sala de la casa que comparten con los demás miembros, YoonGi envuelve en un apretado abrazo a su novio. Besa su coronilla y mece suavemente su cuerpo, mientras le siente temblar.

JiMin ha llorado por un buen rato. Después de que la empresa hubiese confirmado su relación, los ataques no se hicieron esperar. Claro, muchos de sus amigos famosos, compañeros trainnes, staff, miembros de la banda e incluso fans, mandaron su apoyo y sus buenos deseos para los dos, pero otros no tanto.

Los medios habían acabado con ambos. Criticaron no sólo el hecho de mantener una relación oculta, si no que ambos fuesen chicos. Ser gay era considerado repugnante en una sociedad tan cerrada como lo era Corea. Algunos fans incluso, dejaron mensajes de odio y por lo que pudieron leer, no están seguros de que sean considerados fan. Quizás era el momento que tanto habían esperado los antis.

El mánager había propuesto unas vacaciones para el grupo. Un pequeño descanso que serviría a los dos y que deseaban aprovechar, con la mínima esperanza de que las cosas se pusieran un tanto mejor a su regreso. Tenían una gira mundial en breve, no podían permitirse estar mal.

YoonGi suspiró e intentó poner una sonrisa al recordar que los fans internacionales, fueron los que mostraron su entero apoyo a la relación amorosa que mantenía con JiMin. En Corea querían sus cabezas, en Estados Unidos y Latinoamericana, les invitaban a mudarse de país para que pudiesen cuidarlos.

«Todo lo que queremos es envolverlos en una manta suavecita, darles de comer y hacerlos dormir.»

JiMin se removió en su sitio y se zafó un poquito del abrazo. Sus ojos estaban rojos y el cansancio podía notarse. Era él quien se llevó la peor parte. Los medios no dudaron en recalcar que pese a las insinuaciones de YoonGi por declararse bisexual, fue JiMin quien finalmente lo envolvió en su meñique y lo amoldó a su gusto.

YoonGi quería romperles la cara, pero eso no solucionaría nada.

—¿Que pasa? ¿Tienes hambre? Jin hyung nos dejó comida.

JiMin negó una vez más y sorbió de su pequeña nariz de botón. YoonGi se inclinó y depositó un suave beso en la punta de la misma, mientras trataba de transmitirle un poco de paz, a través del amor que sentía por su chico.

—¿Quieres ir a la cama? Estamos aquí desde hace horas, Jin nos ha dejado la habitación para los dos.

Los pequeños ojos de JiMin se cerraron y pronto estuvo de acuerdo en descansar su cuerpo. YoonGi se levantó y tendió una de sus manos que su novio no dudó en tomar. Se abrazaron fugazmente y de la mano, se dirigieron a la habitación que compartirían por esa noche y por todas las que vendrían. Ya no iban a separarse, no más.

La casa se encontraba en silencio, todos preocupados por la situación pero negándose a ver las noticias o a navegar por internet. En momentos así, YoonGi agradecía que sus amigos no fuesen tan estrechos de mente como sus padres por ejemplo. Ellos no duraron en bloquearlo incluso, de las redes sociales que aún compartían.

Solo su hermano había estado para el, como siempre. YoonGi amaba a su hermano y sabía que podía confiar en el, fue por eso que no dudo en hablarle de su relación con JiMin, mucho antes de que los medios se enteraran.

Ayudó a JiMin a recostarse y le cubrió con las sabanas. Encendió el aire acondicionado y apagó las luces, para después meterse a la cama y abrazar a su novio. JiMin no dijo nada, se limitó a devolver el abrazo y besar el cuello de YoonGi.

Tenía la apariencia de un niño asustado, de uno que no tiene ni la más mínima idea de que hacer en esos casos, de uno que a pasado por un infierno y se vuelve tímido con la firme intención de ser casi invisible ante la mirada de los demás. YoonGi no quería eso, pero sabía que necesitarían de un tiempo para poder manejar todo lo que ahora vivían; las críticas, los reproches y el abandono de algunas personas.

YoonGi acarició el cabello de su novio hasta que su respiración se volvió mas calmada y eventualmente se quedó dormido. Besó una vez mas su frente y cerró los ojos, dispuesto a seguirle.