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Cerrando la puerta de su habitación, YoonGi ignora la actitud molesta de JiMin.

Una sonrisa se forma en sus delgados labios, mientras sorprende a su novio por la espalda y le envuelve en un apretado abrazo.

La tensión inicial de JiMin, parece desvanecer de a pocos y suspira, sabiéndose derrotado ante el gentil toque en su abdomen, que no hace otra cosa mas que enviar corrientadas placenteras a lo largo de cada parte de su trabajado cuerpo.

—No hagas eso. —Murmura.

—¿Por qué estas enojado? —YoonGi sin embargo, apoya la barbilla en el hombro contrario y mueve sus cuerpos de a lado a lado, en un lento vaivén que les hace sonreír.

—No mencionaste nada de mi presentación.

YoonGi desliza los labios por la piel expuesta de su cuello y deja un camino de besos húmedos que hacen jadear al bailarín. La dureza del rapero le atrapa, y frota su cuerpo sólo un poco, sucumbiendo a la necesidad de sentirle más cerca.

—Estuviste precioso. —Aquello sale como un murmullo, el timbre de voz de YoonGi desciende, volviendo su voz mas ronca a la par que sus manos se cuelan por debajo de la camisa del menor y aprieta los suaves pezones.

—No lo mencionaste. —JiMin insiste, en medio de un ronco jadeo y sus pequeñas manos cerrándose sobre la cintura de YoonGi, aún de espaldas.

—Pero te vi, te admiré y.. voy a disfrutarte.

El cuerpo del bailarín es girado, y sus labios chocan contra unos mas delgados. El beso es rápido y es húmedo, sus lenguas se buscan y el calor de sus cuerpos parece calentar la propia habitación.

—La canción es hermosa, el baile es bueno.. pero tu eres incluso mas perfecto.

Empujando el cuerpo del menor hacia la cama, YoonGi se posiciona en medio de sus fuertes piernas y ejerce fricción entre su duro miembro y el de JiMin.

Sus manos se mueven hacia la camisa del rubio y quita los botones de uno en uno, sintiendo la misma acción por parte de JiMin.

Cuando al fin le tiene desnudo y es capaz de admirar la suave y perfecta piel y esa forma en que sus ojos parecen brillar, YoonGi sabe que siempre ha estado en lo correcto.

Desde el primer día, desde que le vio y no lo supo del todo, pero quedó enganchado ante la sensualidad y la inocencia del chico de Busan.

JiMin era su serendipia.

Besó y amó cada parte de su piel y su alma, se hundió en el cuerpo que le recibió gustoso y se encargó de enumerar las preciosas cualidades del chico, al ritmo de cada embestida y de cada latido del tonto corazón que se había enamorado terriblemente de aquella bonita persona.

—Precioso. —Gimió, entregándose a su dulzura.

Precioso era lo que describía a JiMin, sonrojado, agitado, extasiado. Pero incluso era todavía mas hermoso cuando no hacia mas que sonreír.

Verlo sobre el escenario, bailando con entrega y cariño, mientras aquella fina camisa resbalaba por su hombro y dejaba a la vista sus clavículas o cualquier parte de su hermoso cuerpo, fue algo tan etéreo ante sus cansados ojos.

—Te amo tanto, cariño.

JiMin le sonrió con ojos entrecerrados y apresó sus labios en un último beso, para después quedarse dormido entre las finas sabanas blancas que contrastaban con su hermosa piel de porcelana.

YoonGi no podría haber hecho algún comentario de la presentación de JiMin, al menos no con personas a su alrededor y, definitivamente, no sin tomarlo como lo hizo.

Innegable © YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora