Innegable © YoonMin

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YoonGi tomó la pequeña mano de su novio y entrelazó sus dedos. Ambos están en la empresa, ya que fueron solicitados desde temprano.

Se hacen a una idea de lo que estaría sucediendo y aunque no les agrada, aceptaron que varios guardaespaldas le acompañaran desde casa y hasta las oficinas. Algunas personas estuvieron enviando detalles desagradables y su mánager se volvió un tanto paranoico.

—¿Sabes que van a darnos el sermón del año? —JiMin aprieta el agarre y por primera vez en días, una de sus bonitas sonrisas, adorna su bello rostro.

—¿No lo hicieron ya?

Los dos ríen, mientras las personas pasan a su alrededor y les miran atentamente. No se molestan del todo, no cuando saben que son de momento, el centro de atención.

Cuarenta y cinco minutos después, Bang Shihyuk les llama desde la puerta de su pulcra oficina. El hombre luce cansado, como si todo la energía se le hubiese drenado en un solo chasquido.

Entraron de la mano, Bang no mencionó nada y les siguió hasta sentarse detrás de su increíble escritorio de cristal. YoonGi suspiró y se negó a soltar la bonita mano de su novio, consciente de que JiMin parecía agitado.

—¿Han decidido el lugar para sus vacaciones? —Preguntó. —Los demás miembros planean regresar a casa por unos días.

—Iremos a Busan, lo pasaremos en donde la casa de JiMin. —YoonGi se sentía un poco mas tranquilo, debido al apoyo que la familia de su chico les brindó.

La diferencia entre los Min y los Park, era abismal.

Bang suspiró, de esos suspiros que anunciaban una gran perdida de peso. Quizá era así, el que ambos estuviesen en casa de alguno de los padres y no expuestos ante los demás. Todo era demasiado reciente, como para dejarlos andar como si nada en un Corea que se destacaba por ser homófoba.

—Creo que ya sabréis que hay una buena cantidad de personas que están en desacuerdo a su relación. Pero también sabéis tanto como yo, que lo que único que viene importando es su felicidad. Se los he dicho un montón de veces y quiero hacerlo una vez mas; no existe cosa en este mundo, mas importante que el amor.

JiMin sorbió otra vez, demasiado sensible.

—Es verdad que hemos tenido bajas. Los fans no están precisamente contentos con esto. Pero también es verdad que las perdidas no van ni por asomo como con lo sucedido con Hyuna, ustedes sabrán a lo que me refiero. Tienen fans homofóbicos, sí, pero del otro lado del mundo, están recibiendo todo el apoyo que se les puede dar, por lo que eventualmente, BTS no caerá de las listas musicales y se mantendrá firme con lo que respecta a la industria.

El hombre retiró sus anteojos y frotó el puente de su nariz. Una sonrisa amistosa formándose en sus labios.

—¿Saben? Nunca creí que el número de fans, fuese a incrementar de ese lado del mundo. Es triste saber que Corea esta siendo tonto, pero es sorprendente darse cuenta de que no les dejarán caer. Ustedes realmente fueron bendecidos.

YoonGi reprimió el sollozo que amenazó con salir de sus labios. Todo estaba tan mal, pero solo tenía que buscar un poco mas y darse cuenta de que; las personas que menos esperas que te apoyarán, son precisamente las que están dispuestas a pelear por lo que tu mas quieres. Sus sueños, la música y su JiMin.

—Tendrán ocho días para tomar un respiro, después de eso, la gira mundial nos espera. Esperemos que los conciertos de Seúl y Japón, no se vean afectados.

Ese era el principal miedo de todos y cada uno.