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Cuando YoonGi tiene de regreso un poco de su privacidad, no puede evitar jadear de placer y caer sobre la suave cama que parece animarle a tomar un merecido descanso y desechar todo el estrés que el tour está trayendo consigo.

Todo está siendo tan increíble y tan pesado al mismo tiempo, que en algunas ocasiones, siente que no podrá con el concierto que le sigue al que está presentando.

Los fans esperan meses para poder verles, años en algunas ocasiones y cada uno les debe todo ese esfuerzo y todo esas lágrimas que dejan en cada concierto, escuchando como sus canciones retumban de extremo a extremo, con voces diferentes que se unen para crear el más bonito sentido que alguna vez le podrá dar a sus propias canciones.

YoonGi gruñé ante el peso extra que se instala en su regazo y lleva sus manos a los costados de JiMin, todo sin abrir sus cansados párpados. El dolor de cabeza le está molestando y aunque ha tomado un par de aspirinas, las punzadas se mantienen.

—¿Tan cansado estás?

Asiente y medio sonríe ante la risa de su chico, frotando sus manos contra la suave y caliente piel.

—Me gustaría tener tu ritmo a la hora de bailar y tal vez lo tengo, pero justo en estos momentos siento que el dolor de cabeza me matará.

—Lo sé, las luces están apagadas.

Levanta sus párpados y se sorprende al no haber notado el momento en que JiMin apagó todo y cerró las cortinas de los ventanales que, en el mejor de los días, muestran una pequeña parte de Japón y todas sus luces artificiales.

En esos momentos, con todo a oscuras y el aire acondicionado encendido, YoonGi puede notar los pequeños detalles de JiMin para con él. En como le cuida y en como conoce cada cosa que le puede afectar; desde una migraña y hasta un bajón de ánimos. JiMin siempre estará, sin importar si están enojados o no.

Los labios regordetes del bailarín, impactan contra los suyos y su cuerpo se presiona, besando profundamente y anhelando sentirse mas cerca. La distancia inexistente, parece molestarles.

YoonGi jadea ante el beso en su cuello y el leve chupón le hace removerse. JiMin podría marcar su cuerpo en ese momento y todo estaría perfectamente.

Sin embargo, el chico besa la punta de su nariz y desliza su cuerpo para ponerse de pie e inclinarse lo suficiente, hasta llevar sus manos al cinturón del rapero y comenzar con la tarea de quitar su ropa inferior.

YoonGi muerde su mejilla interna y lleva un brazo a sus ojos, levantando las caderas y dejando que JiMin abra sus muslos y se deslice, hasta poder sentir su cálido aliento en la sensible piel de su miembro. Su cuerpo se estremece ante la primer lamida y lo hace mucho mas, cuando la boca de su chico captura su longitud y se mueve de arriba hacia abajo, chupando y estimulando sus testículos con su suave mano.

YoonGi se mantiene quieto, disfrutando de las ondas de placer y de los gemidos que escapan de su boca, junto a los chasquidos que JiMin deja salir cada vez que embiste a su propia lengua.

La descarga llega en medio de un murmullo y suspira cuando siente que JiMin toma todo en su boca y lo disfruta tanto como él. Con un delicado beso en la punta de su ahora calmado miembro, JiMin golpea su muslo y le invita a tomar una ducha que ayudará a relajar la tensión de sus hombros.

YoonGi sonríe y evita decir que el estrés se le ha ido y que, bueno, será una larga noche para el bailarín.

Innegable © YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora