Capitulo 10

201 13 3
                                    

Se escuchaba 30 minutes boyfriend desde la sala, él cantaba, yo aún estaba en la cama de Julian.

Estaba incredula de estar ahí, en la habitación del señor Casablancas, y podría decir que era todo lo contrarío a lo que siempre imaginé. En mis pensamientos su habitación era un lugar oscuro, lleno de botellas de cervezas, sobras de pizza, y su armario estaba lleno de ropa sucia y desplanchada, su cama desalineada y con las sábanas rotas por los años. Él logró sorprenderme con su habitación con un super ventanal que daba a una parte maravillosa de la ciudad, con una terraza inmensa y preciosa. Cada espacio estaba completamente ordenado, sin rastros de suciedad, ni de bebidas y/o comidas. Su armario contenía ropa limpia y planchada, con un toque de perfume de hombre en cada prenda. Y sus sábanas eran las mejores, suaves y con su aroma, el mismo aroma que podía sentir al saludarlo o abrazarlo.

Jules aún seguía cantando, y yo no quería salir de la cama, ese día estaba frío, y el cielo amenazaba con llover. Luego de 5 minutos decidí levantarme, pero lo haría al final de la cuenta de 3

-1...2...

-Buenos días, hermosa- Dijo Julian, interrumpiendo mi cuenta, mientras abría la puerta con los pies ya que sus manos sostenían una bandeja con una taza de café y un plato de medialunas, además de un florero con una hermosa rosa blanca.

-Hola- dijé yo, mientras me frotaba los ojos- wow, que hermoso, ¡gracias!- Observé cada detalle de la bandeja cuando Julian la apoyo sobre mis piernas y él se sentaba a mi lado. Había dos medialunas y una taza de café solo, sin leche ni crema, tan solo café y azúcar, tal como me gusta a mi.

-Tu café ya tiene azúcar, dos cucharas de azúcar- Sí, definitivamente, sabía lo que me gustaba.

-Wow, impresionante, ¿cómo supiste todo esto, lo que me gustaba?

-Solo lo imaginé...- Lo miré con una sonrisa que hablaba por si sola, no le creía.- Ok, me lo dijo Catalina- finalmente confesó. Sonreí y me miró-Me gusta tu sonrisa- Miró la bandeja avergonzado, yo me sonroje.- Nick nos invitó a almorzar a su casa hoy, Cata esta con él, y creo que Fabrizio. ¿Quieres ir o prefieres que te lleve al hotel?- Dijo tratando de evadir el tema

-Esta bien, iré- sonreímos.

-Ok, termina tu desayuno, aquí tienes el control remoto por si quieres ver la televisión, si me necesitas estaré en la sala.-Dijo mientras se paraba de la cama y caminaba hacia la puerta.

-Pensé que desayunarías conmigo- dije mientras le hacía un puchero, algo que nunca me salía, ya que siempre me reía cuando lo intentaba hacer.

-¿Quieres que desayune contigo?

-Por supuesto, después de la tercera cerveza de anoche nuestras conversaciones no fueron pocos lógicas, creo que nos debemos una conversación sobrios, quiero conocerte fuera del cantante de Rock.-Cerró la puerta y se fue, yo no entendía, pensé que se había enojado por algo que dije, o no sé, me asusté al pensar que podía haber metido la pata, pero volvió a abrir la puerta y su mano contenía una taza de café, y en la otra tenía una película de zombies, la colocó en el dvd y antes de encenderlo me preguntó si quería verla, ya que era sangrienta y solo sabía una cosa de las mujeres: odian las películas con sangre. Le dije que prefería películas de zombies y terror antes que una romántica, así que accedí a que encendiera el aparato.

Se recostó a mi lado y comenzamos a ver la película. En realidad mentí, no vimos la película, hablamos mientras los diálogos de la misma se oían de fondo.

Luego de terminar me propuso ir al hotel, ya que me veía bastante incomoda con los zapatos, así que bajamos y subimos al auto directo al hotel. Julian se sentó en la recepción mientras yo subía hacia la habitación. Antes de cambiarme revisé el correo: nada. Busqué entre mi ropa y me coloqué un jean, unas zapatillas, y una remera, luego me lavé la cara y me maquillé nuevamente, ya que mi cara estaba desastroza, no entendía como Julian no se asustó al verme así.

¡Feliz cumpleaños!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora