Capitulo 30

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Sonreí y comenzaron a correr lágrimas en mi rostro, obviamente, de emoción. Julian comenzó a asustarse por la tardanza de mi respuesta.

-...¿Queresserminovia?- repitió nervioso, sus mejillas comenzaron a teñirse en rojas

- ¿Alguna duda de eso, mi amor?- respondí finalmente. Se formó una sonrisa en su rostro y sus ojos demostraban felicidad.

-Eso significa que... ¿sí?

- Más que sí, ¡por supuesto!

Julian volvió a sonreír y me abrazó con tanta fuerza que me dejó sin aliento. Mis pies quedaron a unos centímetros del suelo durante ese gran abrazo. No me importaba lo que me estaba costando respirar, lo valía, era un abrazo de él.

Después de ese abrazo que desearía que sea infinito, mis pies tocaron el piso nuevamente que digamos estaba bastante "intransitable" ya que había mucho lodo, después de la "lluvia" creada por los chicos. Ese suelo mojado y mis zapatos nuevos de tacos altos eran una mala combinación. El echo de que mis zapatos sean nuevos y encima se entierren en la tierra me hacía tambalear y mi cuerpo estaba amenazando con perder el equilibrio. Julian sonreía y me mantenía en pie, sosteniendo mi brazo. Mientras yo lo observaba.
Su sonrisa cada día más perfecta me hipnotizaba completamente, y además, nos olvidábamos del mundo cada vez que nuestras miradas se encontraban, sus ojos verdes no solo me demostraban amor, sino también seguridad y me transmitían mucha paz. Sus ojos, su sonrisa, sus labios, sus mejillas con un toque de rubor natural, su pelo enmarañado, eran un laberinto, la excusa perfecta para salir del planeta. ¿En qué momento sucedió todo esto?, ¿Cómo pase de ser la fan de Julian Casablancas a ser la novia? tenía muchas preguntas y no me interesaban las respuestas, estaba hundida en felicidad, Julian era mío, y no importaba nada más.

Volví al mundo real para encontrarme con su mirada clavada en la mía

-Prometo cuidarte como el ser más preciado, serás mi reina, solo mía y para mí

-Prometo cuidarte como el ser más preciado, serás mi rey, solo mío y para mi- repetí y sonreímos los dos al mismo tiempo, y sellamos nuestro compromiso con un magnifico beso, el cual fue ovacionado por los strokes.

Los chicos se acercaron con dificultad por el lodo que se formó, y cuando llegaron a nosotros nos separaron.

-Julian, sigue con tus sorpresas, acá ya hay mucho amor, ustedes en verdad empalagan- Dijo Albert, sonriendo.

 -Ven, sube al auto. Hay aún más sorpresas- Me dijo Julian, observándome.

-¿Aún más sorpresas? Te has convertido en mi Santa Claus favorito- Respondí

Sonrió y subimos a su auto. 

En el auto sonaba Call me Back, y obvio como buena fan me puse a cantar, y él acompañó, lo que duró la canción, duró el viaje, unos 3 minutos aproximadamente. Paramos en un hermoso edificio y en la puerta de entrada esperaban miles de fotógrafos y periodistas. Allí bajamos y con mucha vergüenza me presenté ante cámaras, mojada, con el maquillaje corrido y un poco despeinada. Julian contestó preguntas, las cuales no entendí muy bien porque por supuesto, eran en inglés, pero cuando dijo "she" señalándome, seguida de la palabra "girlfriend" entendí que la mitad del mundo se estaba enterando de que ya éramos más que amigos, y eso me ponía demasiado feliz. Claro, me hubiera gustado que mis seres queridos se enteraran de una forma más personal, pero así es la vida de Julian, debo acostumbrarme.
Un poco empujando, un poco pidiendo permiso, entramos al edificio, que repito, era hermoso. Subimos al ascensor y marco el piso 13, entonces pregunté a donde íbamos, ya que durante el camino no hicimos más que cantar. Jules me besó mientras acariciaba mi mejilla y me explicó que quería que la gente más importante en su vida, conociera a la nueva persona que se unió en su grupo, sonreímos. Esa tarde, sonreímos mucho, claro.

Llegamos al piso 13, y en la puerta D golpeamos y esperamos unos minutos. Luego, una muchacha muy bella que tendría apenas unos años más que yo respondió a la puerta. Me miró a mi extrañada, claro, no me conocía, y cuando vio a Jules se abalanzó sobre él abrazándolo fuerte y dejándole marcas de sus labios rojos por toda la cara, sí, sí pasó, casi muero de celos, pero tan solo me limité a mirarla con mucha cara de odio. Luego, Julian pidió por favor que lo soltara, y eso dijo. 

-Bueno, ¿me dejas pasar?- Preguntó Julian

-¿Qué pregunta es esa?, ¡Es tu casa, Jules!... ¡Hola!- Dijo ella, amablemente, me dio un beso en la mejilla, aún no podía disimular mis celos, pero igualmente la saludé

-Hola...- respondí.

Julian notó en mi rostro algo de enojo e incomodidad, así que sonrió y nos miró

-Oh, perdón- dijo él- Alma, Cecile. Cecile, Alma.

Oh por favor, ¡Cecile!, ¡La hermana de Julian! y yo que casi la tomo del cabello por tocar a mi chico. Mi rostro al parecer mostró una cara de alivio notable. Sonreí y estreché su mano.

-Bueno, Alma, ella es mi hermana...

-Lo sé, lo sé- respondí

-Y Cecile, Alma es mi novia.

¡Feliz cumpleaños!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora