¡Feliz cumpleaños!

Capitulo 25

No existe nada mejor en el mundo que despertar y encontrarte al hombre de tu vida justo a tu lado. Su mano estaba acariciando mi abdomen, aunque estaba aún dormido. No notó que había despertado. Yo estaba acariciando su pecho, mientras mi cabeza estaba apoyada también en él, podía oír los latidos de su corazón, latidos, que según él, hasta el último de ellos me pertenecería. Podía sentir su respiración en mi cabello. Todo era hermoso. Y otra cosa maravillosa, es que la luz, había regresado. Julian se despertó por el brillo de esta, y espero unos segundos a que sus preciosos ojos verdes se acostumbraran a su claridad. 

-Buen día, mi princesita.-Dijo él, con su voz, que aún era más grave de lo normal. Me sonrojé.

-Hola, amor mío.-contesté.

-Que lindo que es tenerte aquí al lado. Desde aquel momento en el que entraste por la puerta del camarín, tenía ganas de abrazarte de esta forma. 

Me sonrojé, y traté de levantarme, tan solo, sentí que el brazo de Julian me lo impidió, de manera que me volvía a recostar.

 -Oh, no, no te levantarás, quedate unos 5 minutos más, necesito seguir abrazandote.- Dijo él, y obedecí.

Luego de estar 10 minutos junto a Jules, abrazados, él decidió levantarse, pero aún yo no tenía permitido hacerlo. Se puso el boxer y se dirigió al baño, luego a la cocina, y finalmente se quedó allí. Pude oír ruidos de cosas cayéndose y puertas y cajones golpeando, al cabo de una hora, ví el resultado de tanto escándalo: Una bandeja con café con leche, medialunas que habrá encontrado por ahí (y deben tener como tres días en el frío/calor) y Hot Cakes, una receta totalmente yankee que no aprendí nunca y no como desde mi estadia en Nueva York. Le agradecí con un beso en la mejilla, él frunció el ceño y me tomó la cara con uno de sus manos, me miró a los ojos

-Que bellos ojos tienes... bueno, en realidad todo en ti es bello.-Dijo, sonreí y miré hacia mi café, estaba sonrojada. Levantó mi cabeza, para que lo mirara nuevamente, y me besó.

Antes de comenzar a desayunar encendí la televisión, coloqué mi celular a cargar, y desayunamos con Jules mientras mirábamos las noticias. 

"Julian Casablancas se encuentra en Argentina, y esta alojado en un departamento de este edificio. ¿Julian tiene nueva novia? o solo esta aquí con Giselle, la mujer con el cual se lo vincula..."

-Mierda, ¿cómo hacen para saberlo tan rápido?-Dijo Julian. Yo aún estaba sorprendida de que haya tanta gente fuera de mi edificio.

"Aquí encontramos a un vecino del edificio.

-¿Usted que sabe?, ¿Ha visto a Julian?

-No, pero la portera me ha dicho que subió al 4G

-¿Sabe usted quién vive allí?

-Si no me equivoco, una chica llamada Alma. No te lo puedo asegurar, no conozco demasiado a mis vecinos."

-Mierda, mierda, mierda- Dijo él, y lo miré extrañada. ¿Le daba vergüenza que lo vean conmigo?, ¿En realidad Giselle es su novia y no quiere que vea que le esta siendo infiel?... no, no quiero pensar así de él. No debo pensar así de él. Él me corresponde, hasta el último centímetro de su piel, hasta el último latido de su corazón.
Después de unos 2 minutos, nuestros celulares comenzaron a sonar, y el timbre de mi departamento, se oían voces detrás de la puerta, muchas voces. 
Mi mamá me estaba llamando

-¡¿ES VERDAD, ALMA?!- Dijo mi mamá, algo alterada.

-Sí, estoy con Jules. ¿Te parece si hablamos en otro momento?- pregunté, no quería que nos oyeran, no me gustaba para nada este tipo de situaciones, quería que los periodistas se vayan. 

-Ok. Te espero en casa, ¿vas a New York?

-Sí, lo haré, hoy a la tarde, pero por favor, hablemos después.

 -Dile que irás a su casa en este instante.-Dijo Julian en voz baja

-¿Lo oíste?

-Lo oí. Reconozco esa voz perfectamente, hace 10 años la oigo.-Julian sonrió y me miró. Yo colgué y le devolví la sonrisa.

-¿Existe alguna otra salida aparte de la de adelante?- preguntó él

-La del garaje. 

-¿Auto?

-El de Catalina.

-Prepárate que nos iremos.

-...Ok...

-Rápido, linda.

-¡VETE, JULIAN!- dije, quería cambiarme en privado

-Oh, perdón. Te quiero.

Salió de mi habitación aún si su pantalón ni remera. Yo me cambié y metí la ropa más decente dentro de la valija. Me maquille un poco, y fuimos hacia el garaje. Para nuestra sorpresa, en la puerta no había nadie, así que pudimos bajar tranquilos. La señora que limpia el edificio no sdijo que la salida del garaje estaba libre de fotógrafos y periodistas, ambos suspiramos con alivio y fuimos hacia la casa mis padres.
Mi mamá recibió a Julian de la mejor manera, a pesar de que aún seguía enojada por la noticia de Giselle, igualmente, mientras ella preparaba una deliciosa Lasaña, yo le conté que en realidad Giselle era su prima (Obviamente, solo le conté eso) ella lo entendió, y trató a Julian mucho mejor. Mi papá lo miraba con una cara asesina, pero después de un par de charlas, le cayó muy bien, es más, ahora son muy amigos. Para mi sorpresa, a Gabi también le cayó muy bien Jules, y yo tenía miedo de que lo rechazara por extrañar a Tomas, pero todo lo contrario, ambos descubrieron que son excelentes en el arte de jugar con la play station.
Después de un rico almuerzo, fuimos hacia el aeropuerto. Julian se encargó de hablar con su representante por los boletos, mientras, yo estaba con mi familia. Jules volvió y dijo que nuestro vuelo sería dentro de dos horas, así que mis padres y Gabi se fueron, porque tenían otros planes. 

Después de una hora de espera, comenzaron a llegar periodistas, los cueles en menos de 5 minutos nos tenían rodeados y sacándonos el oxígeno. 
Todos hablaban de forma unísona, era inentendible. Se calmaron, cuando Julian se paró de su asiento y pidió por favor, que preguntaran de uno. Ellos obedecieron.

-¿Es tu novia, Julian?- preguntó uno de los periodistas, el cual era muy conocido, y saber quien es me hizo tentar, ya que en la televisión salía más guapo y alto, en cambio, en persona, era más chico que yo, y sus imperfecciones se notaban a simple vista.

Julian sonrió al escuchar esa pregunta - Es solo una amiga.- respondió.

Siguió contestando preguntas, pero yo no las escuché, tan solo, me quede hundida en la primera pregunta, y su respuesta... después de haberle entregado lo más valioso de mí, ¿soy tan solo su amiga?