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004.

A media calada.

Pensé que al fin alguien se sentiría
conforme conmigo,
Que me querría de verdad
Y no solo como amigo,
Que se sentiría completa al tenerme,
Que me besara y me deseara
Tanto como si supiera que mañana fuera a perderme.

Pensé que se sentiría llena,
y que solo demostraría sentimientos
que realmente sintiera;
Que abrazaría mis miedos como el pistilo de una cayena
Y se olvidara de sufrimientos,
Que me querría esta vida, y la existencia entera.

Por primera vez, ese día,
Me convencí de que era suficiente para alguien;
Calmó mi agonía
la paz que nunca esperé de nadie.

Teníamos algo sin esquemas,
Sin estereotipos que rellenar
O sin expectativas que cumplir.

Un amor sin problemas;
Un teorema que completar,
Una pena sin sucumbir.

A pesar de que esperábamos
Tanto el uno del otro,
Nunca sabíamos que esperábamos
Y terminábamos por no esperar nada.

Podíamos estar hoy en una cafetería y
mañana en un bar de mal agüero
bebiendo piña colada;
Porque tú eras ese porro bueno,
Y yo un mal cigarrillo añejo a media calada.



N/A: Poema especial para quienes se han sentido insuficientes, para quienes han creído necesario tener que llenar a alguien para poder ser queridos; para quienes han sentido que están saliendo con un buen porro que solo los ve como una simple calada.

Gracias por la receptividad y el amor que le han dado a la obra con tan poco tiempo y partes compartidas. Los amo.

Roma. © II EN FÍSICO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora