038

44 27 0
                                    

Lunares.

Pero tú no a mí.
Y no puedo hacer nada para
evitarlo ahora que ya no estás.

No puedo hacer nada para despegar
mi nariz de tu almohada;
No puedo deshacerme
que la única pizca de amor que me quedaba.

No puedo sentir tu respiración
ya en mi cuello en medio del abrazo,
no pueda dejar de imaginar
que te envuelvo con mis brazos.

Que cruel, que estar juntos es decisión de dos;
y la separación de solo uno.

¿Sabes? Es jodidamente injusto.

Yo no quise enamorarme de su voz,
ni contar sus lunares uno a uno.

Roma. © II EN FÍSICO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora