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Dependencia.

Sentía que te necesitaba,
que eras indispensable;
Sentía que me ahogaba si te tenía lejos,
que si te perdía
se acabaría en un instante
la única oportunidad
que me había dado la vida de ser feliz.

O al menos así lo veía yo,
fuiste la única oportunidad que ví,
el único paisaje al que volteaba
a mirar en el autobús,
la única fotografía colgada
en mi pared
y la foto de cuadrícula
que llevaba en mi cartera.

Te quería,
con cada fragmento de mi ser,
con cada pisca destruida en mi interior,
con cada escombro
de mi ruina que se caía...

Te quería roto, pero a ti completa.

Y me renunciaba a pensar que fueras
una simple costumbre,
no quería pensar que
eras un capricho
o una necesidad a la que solo estaba aferrado.

No quería convencerme de que dependía emocionalmente de ti,
no quería sentir que me estaba ahogando
pero sabía que estaba bajo la piscina;
con los pies atados y sin saber nadar.

Roma. © II EN FÍSICO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora