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 No (J) oda.

Pero en lo más profundo de mí
algo me afirmaba que esta vez
todo sería diferente, y que las
cosas serían mejor de lo que esperaba.

Sentía una manada de mariposas
haciendo de las suyas en mi vientre,
y por si fuera poco,
saciaban mis ganas
de querer llegar a conocer a alguien en esta vida.

Y en la otra.

Ignoré pues las voces en mi cabeza,
Yo solo quería tu fragancia a piña
Y los girasoles tatuados en tu pantorrilla, no tus demonios de cerveza.

Que ganas de saborear tu miel,
de sentir tus labios
contra los míos llevándolos
al infierno y trayéndolos de vuelta a la vida.

Esperaba que fueran mejor,
y las expectativas de un cielo
sin lluvia me empaparon de sorpresas.

Aprendí a no esperar demasiado,
porque la esperanza si se pierde
y las ganas de perder el tiempo, aún más.

Sin punchline esta vez, sin importar la métrica.

Sin importar que no rimara nada, lo tenía que dejar así:
Que sea esta mi mejor (J) oda para ti.



Roma. © II EN FÍSICO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora