018

54 35 0
                                    

Forastero.

¿Y cuando me mirabas a los ojos?
me resultaba imposible
pensar que unos ojos tan hermosos
se posaran sobre mí;
que tan banal e irreverente,
un forastero perdido
entre zonas prohibidas de tu cuerpo
y posdatas de cartas que no se entregaron,
poemas recitados que jamás se leyeron en público.

Me costaba montañas
creer que fueras capaz de pillar
en mis grises tanto color;
y yo que acostumbraba
a tomarle fotos a mis sombras
mientras te lloraba para revelarte mis sentimientos.

Estoy viviendo de tus recuerdos
y muriendo de ausencia;
muriendo porque no tengo tu miel,
porque no tengo tus labios,
porque no tengo tu dulce mirada
color miel destrucción.

Estoy muriendo de una agonía
frenética que me ocasionó tu caos,
estoy sintiendo un vacío
en el estómago porque en el pecho
no me cabe más tu dolor.

Roma. © II EN FÍSICO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora