Estuve en mi cuarto, viendo en Google maps lugares cerca para poder visitar o comprar cosas, averigüe mi dirección para no perderme. Llame a Marilyn antes de dudarlo.
-Hola Jop-dijo feliz, al escuchar su voz sonreí-¿Como va todo?
-Hola Mari, bien, es raro para mí volver.
-Te vas a acostumbrar-mi sonrisa se borró, el silencio se apoderó-¿Jop?
-Si, estoy acá, solo que están haciendo una fiesta abajo y me quedé mirando algo-mentí.
-¿Y tu papá?-preguntó.
-Me dijo que después del trabajo iba a la casa de un tío.
-Bien, después le mandas un saludo.
-¿Zoé?
-Dormida, hoy tuvo un cumple, ahora quiere hacer su cumple así, estoy viendo como hacer para meter un inflable-se ríe y yo también lo hice, nuestro patio no era grande-igual puede que lo haga en la casa de mi mamá, ya que tiene patio enorme.
-Sería buenísimo-deje feliz por la solución que le dio-decile a Zoé que le debo su regalo.
-Yo le digo-quedamos en silencio, escuché que alguien tocó la puerta.
-Mari, me tengo que ir-dije-hablamos otro día.
-Bueno, pásala lindo, disfruta de la fiesta-dice-nos vemos, chau.
-Chausi-dije y corté.
Abrí la puerta y vi a Ludmila, me sonríe y me mira de pies a cabeza.
-¿Que haces con el pijama?-entró sin permiso.
-Iba a dormir...
-Pero vamos abajo a la fiesta.
-Me gustan las fiestas, pero no estoy de ánimo-dije sentándome en la cama.
-¡A mi tampoco me gustan las fiestas! ¡Pero raramente hoy tengo ganas!-se ríe y después me mira-Vamos a bajar si o si.
-No es de mala pero ¿Tus amigas?-dije, no quería ofenderla, solo que si hubiese una fiesta invitaría a mis amigas.
-Las dos están de viaje-se cruza de brazos-vamos-me agarra del brazo y bajamos.
Estaba con el pijama, pero me daba igual, nadie me conocía y pasaría desapercibida.
Entramos a la cocina donde está Adam y otro chico jugando beerpong, atrás de Adam estaba Gabi alentándolo.
-Ten-Ludmila me da un vaso, lleno de una bebida azul, la música estaba muy alta, no entiendo como no se sentía en mi habitación, había bastante gente que ni me lo podía creer.
Adam tenía un cigarrillo encendido en la mano, era su turno de tirar la pelota, la embocó y el otro chico lo tomó.
Se van a morir.
Tomé un poco del vaso, estaba rico, era suave y dulce, me calentó por dentro. Cuando terminaron de jugar era el turno de Gabriel, Ludmila se puso del otro lado.
-No voy a jugar contra vos.
-Dale, ¿O tienes miedo de perder?-se ríe y le mandó un beso volado.
-Después no llores cuando te gane-le dijo y empezaron a jugar.
Adam estaba sentado al frente de mi, con su botella de cerveza mirándome, levanta las dos cejas, miré para atrás y me fui.
-¿Me puedes llevar al baño?-dijo el chico que antes estaba jugando con Adam, lo lleve lo más rápido que pude.
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La casa del árbol
Teen FictionVi dos pasajes y pensé que mi papá se iba de viaje con su esposa, nunca pensé que era un cambio tan enorme. ¿Será para mejor? ¿Los cambios son buenos? ¿Los secretos son buenos? ¿Las mentiras son buenas?