La casa del árbol

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Estuve todos los días viendo series, me acabé 4 series completas en una semana y estoy por terminar 3 mas, compre algunas pinturas para la casita, mi ropa todavía seguía en mis maletas, tal vez no quería dar ese paso todavía, sabía que me iba a quedar pero no quería quedarme, tendría que conseguir un trabajo para pagarme un pasaje de vuelta a casa, sentía que este ya no era mi hogar o yo ya no soy la misma que vivía acá.

Salí a pasear otra vez, entré a un lugar donde vendían cuadernos y lápices, pinturas, todo relación con el diseño, terminé comprándome un cuaderno y marcadores, lapiceras de colores, pasé por un lugar donde decía "Academia de Danza", entré para averiguar cuánto salía para bailar ballet, por lo menos tengo que hacer una de las cosas que me gustaba hacer allá.

-Hola, buenas tardes-dijo una chica de recepción.

-Buenas, quería saber el precio de ballet-dije y ella asintió.

-Espérame un rato, por favor-dijo y se volteó a buscar una mochila, lo puso en el mostrador.

-¿Ya empezaron?-le preguntó un chico, lo miré y era el que estaba vomitando en el baño, por lo menos iba a tener un conocido.

-No vino el profe todavía, puedes cambiarte tranquilo-dijo la chica.

-Gracias-agarró la mochila y se fue corriendo.

Busco algo en su computadora y después puso un papel en la mesa agarró una lapicera.

-En el mes-me miró-esta 1000 pesos, con tres clases a la semana-lo decía mientras escribía-o también al mes pero con una clase a la semana 700, si quieres puedes dejar tu mail y te mandamos los horarios, para que veas si puedes, nos contestas cuando quieres venir a dar las clases-me sonríe.

Le doy mi mail, me dio la hoja y me despedí, salí del lugar y seguí caminando, después de un tiempo volví a la casa, vi a mi papá sentado en el sillón, la tele estaba prendida, pero él no estaba concentrado en ella, estaba con la mirada perdida, me senté a su lado y me miró.

-¿Como estas?-me preguntó.

-Bien, ¿No las extrañas?-le pregunté.

-Obvio que las extraño.

-Podríamos volver-dije, me miró inspeccionándome.

-Hija, una de las cosas por la que venimos acá es por el trabajo, fue también a lo que nos impulsó a hacer esto.

-¿Ya se separaron?-pregunté-Pa, no me voy a enojar por que se separaron, prefiero a que esté así a obligarse a que se amen...

-No nos separamos.

-No los entiendo.

-No te preocupes por mi-dijo y me abrazó.

-No digas eso papá-dije-sabes que mamá me dijo eso-se tensó, me abrazó más fuerte, a él también le hacía mal estar acá, no entiendo por qué venimos, no era solo por el trabajo, no era solo por una separación.

-Perdón, solo quiero que estés tranquila ¿Si?-asentí, suspiró-te anoté en el colegio donde va Gabriel, si no te gusta podemos cambiarte...

-No importa Pa, son solo 5 meses que me quedan para estudiar.

-¿Cuando fue que creciste tan rápido?

-No empieces papá.

-Te quiero Hija...

Ya empezó-pensé.

-Quiero que seas feliz y perdón si por venir acá no lo estas...

-Estoy bien, solo que no me acostumbro, es muy diferente-miré la hoja que tenía en mi mano y cambié de tema-estuve caminando y encontré una academia de baile.

-Me asuste pensando que era una lista de libros-dijo mi papá burlándose.

-La lista de libros lo tengo en el cel.

-Quedamos en comprarte 3 libros al mes-dijo.

-Ya se, volviendo al tema, me gustaría hacer clases de ballet acá, así sigo con lo que deje allá.

-¿Pero los horarios? No quiere que faltes a clases tampoco...

-Les di mi mail para que me mande los horarios.

-Esta bien, igual la semana que viene recién podes confirmar, cuando te den los horarios del colegio-me quedé mirando la hoja, espero que pueda en él los horario-sino, podríamos poner un espejo grande en el sótano para que practiques.

-No es necesario-dije riendo, mi papá siempre buscaba una solución para todos.

-¿Trajiste tus zapatos de ballet?-asentí y él sonrió-¿Puedo ir la primera clase a verte?

-No papá, sería incómodo-dije.

-Pero no te veo bailar hace tiempo.

-Algún día Pa-me reí, tal vez más adelante lo lleve a una de mis clases o baile enfrente de él.

-Me acuerdo cuando viste por primera vez a tu mamá bailar ballet y quisiste hacer lo mismo, me encantaba verlas aprender juntas-dijo mirando a la nada, sonreí, los dos la recordábamos feliz.

Hablamos hasta tarde, cada uno se fue a su cuarto, me acosté pero no tenía sueño, estuve leyendo en mi celular, la puerta sonó y se abrió.

-Permiso-escuché a mi abuela, me senté.

-Pasa-dije, ella entró y se sentó en mi cama, vio mi mesita de luz.

-Eras vos-dijo tranquilizándose, miré mi mesita de luz y habían algunas galletas-no quiero asustarte, pero están hechas con marihuana.

-¡¿Que?!-me quede sorprendida, con razón siempre me sentía que flotaba cada vez que comía una de esas-¿Me estuve drogando todo este tiempo?

-El cannabis es medicinal-se explica-hija, por algo lo escondo, además tiene una estampilla con la planta.

-¿Pero qué haces con eso acá? ¿No es ilegal?

-Tomás alcohol con 17 años cuando es para mayores de 18, no me vengas con lo ilegal-dijo mi abuela, me quedé más sorprendida de lo que estaba.

Lo que me faltaba, mi abuela con marihuana, mejor dicho, su planta medicinal.

-Pensé que tu padre me estaba robando las galletas-dice riendo-bueno, vine a preguntar que si mañana te gustaría ir a ver a tus tíos de parte de tu mamá, no está bueno solo ver a tus tíos de parte de tu papá y no de tu mamá-se queda pensando-nos invitaron a una cena elegante ¿Sabes que son estrictamente elegantes? Critican todo-dijo, sonrió-me gusta hacerlo enojar, pero bueno, la cosa es que es tu familia, tal vez no te caerán bien algunos, la Plata les hacen corto de coco-se ríe-antes que nada solo se tu misma y si te quieres ir, dime y nos volvemos.

-¿Papá no va a ir?

-Bueno... a ellos no le cae muy bien tu papá-dice dudando.

-¿Por qué?-se encoge de hombro.

-Porque tal vez paró el casamiento de tu mamá con otro chico-se ríe-fue chistoso ese día, después te lo contaré-se para de la cama-ahora descansa, mañana será un largo día, dulce sueños-me da un beso en la frente y se va.

¿Mi papá paró el casamiento de mi mamá? Muy raro, tenía una familia de locos.

Me acosté y vi las galletas, definitivamente tenía una familia de locos.