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Era Sábado y estaba aburrida en mi cuarto, Zack salió la noche anterior y estaba muerto en su cama, Marissa estaba en el patio arreglando algunas cosas con su secretaria, bajé a la cocina que era el único lugar que me gustaba, al entrar escuché discutiendo a mi primo por cel, me serví un vaso de jugo y me senté al frente de él mirándolo, quería salir a bailar y sabía que él era el único que me podía llevar a cualquier lado un sábado a la noche, o era con Peter y Zack, pero quería irme sola esta noche.

-¿Que quieres?-apagó su celular.

-Salir a bailar.

-¿Crees que a las fiestas que voy son iguales a las fiestas que vas?-preguntó riéndose.

-¿Que toman Corona en vez de Brama?-me reí de él-solo quiero salir de esta casa es aburrido.

-¿Te aburriste de salir con tu novio?

-Tiene que cuidar a su hermanita.

-¿Y Zack?-lo miré como si fuera obvio-cierto que no te dejan salir con él, lo siento creo que hoy te quedas en casa.

-Sabes que si le digo a Marissa te va a obligar a llevarme, quiere que me junte con tu gente-dije sonriendo y él me miró mal.

-Sabes que no me junto con gente rica ¿Verdad?

-Si claro... niño Gucci.

Salí de la cocina después de tomar el jugo, fui a mi habitación y puse Netflix, hasta la noche, empecé a buscar algo para ponerme, me alisté, escuché que la puerta sonó.

-Pase-dije, entró Zack.

-¿A donde vas?-se acuesta en mi cama mirándome a través del espejo y de inmediato recordé a Adam.

-Voy a salir-me senté en la cama y pedí ayuda a Zack a que me ponga el collar.

-¿Ahora no me invitas a tus salidas con Peter? ¿O van a tener una noche desenfrenada?-me puso el collar.

-Salgo con mi primo.

-¿Gabriel?-negué-¡¿Con Rayn?!-asentí-¡¿Me estas jodiendo?!-negué-no estas bien-me tocó la frente.

-Basta, voy a salir con él, me va a llevar a las fiestas de ricos.

-Sabes que no se junta con ricos ¿No?-lo miré mal, lo mismo me dijo Rayn.

-¿Entonces?

-Con gente que se inyecta y hacen cosas turbias-rodé los ojos y lo miré.

-Adam seguramente se junta con esas personas.

-Sos igual a tu abuela-dijo enojado y se fue de mi cuarto.

Me quedé sorprendida, tampoco podía creer lo que dije, no sé cómo pude llegar a la conclusión de eso, salí de mi cuarto y justo Rayn iba a tocar.

-Que suerte que estás lista, vámonos, no espero ni un segundo-me hizo bajar las escaleras y salir de la casa, fui de copiloto y él manejó.

-No estaba lista-dije enojada.

-No vamos a ir a un casamiento, estás bien así-dijo mirando la calle.

Puse la radio pero él la apagó, estuvo manejando por una hora en silencio, la energía me hacía enojar cada vez más y me aburría, Rayn se metió por una casa abandonada, los árboles a su alrededor me daban miedo.

-De acá no se sale hasta las dos del otro día, así que si tienes sueño bancatela-dijo abriendo la puerta y yo también lo hice.

-¿Por qué no me dijiste?

La casa del árbolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora