"Algunas traiciones son tan hondas, tan profundas que no hay forma de reparar lo que se ha perdido y cuando eso ocurre solo nos queda esperar."
Ella ya sabía lo cómo se siente que te partan el corazón pero esta vez resultaba ser una sensación mil veces peor.
En cuanto salió de aquel departamento se fue sin rumbo o al menos eso sintió porque era como si no estuviera ella en su cuerpo y todo lo hiciera de forma automática; no pudo derramar ninguna lágrima pero algo le dolía y era esa clase de sensación que te deja con un hueco constante en el estómago y como si el aire te faltara.
Camino por horas o quizás minutos sin saber qué hacer hasta que su celular empezó a vibrar y le mostró la foto de su madre quien le estaba marcando en ese momento.
-Hola- hasta su voz sonaba hueca o al menos eso le parecía- Solo salí a caminar un segundo para despejar mi mente- al parecer había llegado en la tarde pero no quiso molestarla hasta que estuviera fuera del hospital- Te veo en tu hotel.
Sabía que a la última persona que podía contarle era a su madre así que durante el resto de la noche no dijo nada y sólo se dedicó a platicar lo necesario.
-Te sucede algo, dime de lo que se trata- si tan solo su madre fuera más comprensiva se lo diría pero conociéndola lo primero que haría sería decirle que se lo advirtió, que el chico no era lo suficientemente bueno para ella y que si le hubiera hecho caso no estaría en esta triste situación. Así que se quedó callada y no le dijo nada.
-Es el cansancio- quizás si lo repetía las suficientes veces ella misma acabaría creyendo esa mentira- Las guardias han estado agotadoras.
-Fingiré que te creo- su madre era una mujer dura porque la vida la había moldeado así, tenía un gran y cálido corazón el cual se ocultaba detrás de un montón de sarcasmo, desconfianza y distanciamiento emocional con los desconocidos- Solo espero que no sea nada grave.
Millie nunca vio a su madre ser la clásica matriarca que es mimosa, dulce y cándida con su progenie, Camille era la clase de mujer que prefería educar con dureza en lugar de comprensión; sus padres habían sido así y lo que la endureció aún más fue su matrimonio fallido. Sabía que la vida era dura y despiadada, comprendía que tenías que ser igual de duro si querías ser alguien y conseguir respeto.
-Tienes que decir las cosas como son y nunca pidas perdón si tú no has hecho nada malo- Millie la observo sorprendida- Sé que nunca he sido la clásica madre pero solo quiero que seas feliz y tú misma- encendió un cigarrillo y le extendió uno- Yo me disculpe por muchos años y fui perdiendo mí esencia por el miedo que tenía de ser juzgada y señalada por la sociedad- la chica tomó el cigarro y lo observo por uno segundos- Yo nunca quise que eso les ocurriera a ustedes, quizás sientes que no soy comprensiva o flexible con ustedes pero lo único que deseo es verlos ser mejor que yo o su padre.
-Gracias madre- le devolvió el cigarro- Nunca había escuchado algo así.
-Si llegas a mencionarle algo de esto a tu padre o hermanos te juro que lo negaré- empezó a fumar su cigarro mientras esperaban a Charly.
-Siempre me pregunté la razón por la cual tardaste tanto en divorciarte de mi padre.
-Fue por miedo a estar sola y que ustedes estuvieran alejados de su padre pero creo que mi decisión los afectó más.
-Pensaste que era lo mejor- apretó con suavidad el hombro de su progenitora- Y todo salió bien.
-No quiero que cometas el mismo error que yo, nunca te quedes con alguien que te tiene como segunda opción, no estes al lado de un hombre que no te da tu lugar- acaricio con delicadeza la mejilla de su hija- Valemos demasiado como para conformarnos con tan poco- la castaña asintió- Y aléjate del chico Wolfhard, solo te va a lastimar y si lo hace juro que no parare hasta hacerle daño.
ESTÁS LEYENDO
Maybe someday -Fillie
Romance"Siempre hay una explicación" esa es la frase favorita de Millie Brown. Una excepcional estudiante de medicina, dotada de un gran intelecto, carácter amable y sumamente gentil con todos ...bueno casi con todos. Todos menos Finn Wolfhard el autorita...