Y ahí estaba Magnus, el bailarín que le había hecho sentir mariposas en el estómago cuando lo vio por primera vez. Cuando vio esos dientes y labios dedicarle una sonrisa. Ahí estaba, succionándole el pene con devoción.
Se sentía incómodo y a la vez le gustaba. Era tan extraño.
Tironeo de su pelo y Magnus entendió que quería otra cosa. Subió por su pecho y fue directo a besarle el cuello mientras se acomodaba con sus piernas a los costados.
- Espere tanto esto bebe, estar así.
- Si, lo se... - Susurro Alec apretando luego los labios por el comentario.
- ¿Qué.... ? - Magnus le miro a los ojos.
- ¿Qué cosa? - Se hizo el idiota.
- ¿No queres estar conmigo? - Era un idiota, porque la expresión en el rostro de Magnus era lo único que no quería. Lastimarlo.
- No.. No es eso.. Sí quiero.
- No parece eso... - El estudiante se alejó apoyando su mano en el pecho del chico que lo trataba tan indiferente.
- No seamos dramáticos, fue solo un comentario... - Magnus levantó una ceja mirándolo.- Amor. - Llevo sus manos a su espalda baja e hizo fuerza para sentarse y hablarle sobre sus labios.- Quiero estar con vos, quiero ver como te pones...
- Mentira... - Ya no estaba enojado, ahora jugaba. Eso hizo sonreír a Alec.
- No miento... Dale... - Apretó su agarre por sus nalgas.- Movete para mi...
- No quiero eso ahora... - Empujo a Alec por sus hombros y este se dejó caer en la cama.- Te voy a hacer mío como castigo...
- Ja! - Alec se rió pero se le fue la risa cuando Magnus le abrió las piernas y le acarició la entrada con su miembro.
- Mírate lo que sos, híper apretado... A que te apuesto que nunca lo hiciste... - Alec estaba con sus mejillas coloradas. Que mierda. El no era así. El era... - Con lo mandón que sos... - Se acercó a su oreja y le paso la lengua por el lóbulo.- Te pones duro de solo pensarlo... Pasivo.
El corazón de Alec se aceleró y tenía razón, estaba duro como una piedra desde el cambio de posición, desde que Magnus había dicho todas esas palabras.
- LA PUTA MADRE QUE LOS PARIO! PORQUE NO PONES EL PUTO CARTEL DE QUE ESTAS COGIENDO! - Grito Izzy que estaba en el mural de la puerta con una pila de papeles.
- CERRA LA PUERTA! - Grito Magnus sacado y mirándola con ganas de matarla.
- NO ME GRITES! ES MI CASA! - Y se fue cerrando la puerta con fuerza.
Alec se tapó el rostro con sus manos, a esta altura de la vida, honestamente, ya no le importaba nada. Ni que lo vean desnudo, ni que lo vean cogiendo ni mucho menos que de repente notaba que quería tener sexo.
Quería ser activo sexualmente y deseaba a Magnus de esa manera también. No solo quería estar con él románticamente hablando, lo necesitaba físicamente.