§ Aguacate §

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El plato se estaciono frente a un Magnus que observaba todo con una apreciación diferente. Sentía que las palabras de Alec tenían un sentido que antes no había podido captar ¿Qué hay de malo con que la persona con la que estas te ame?

- Creo que aunque se vea hermoso el plato, debe ser un asco.

- ¿No te gusta el salmón? - Pregunto sin ofenderse su compañero de cita.

- Si me encanta, me refiero a la palta.

- Ja. Prejuicioso. Seguro la primera vez que la probaste no estaba condimentada. - Alec se sentó y desde su lugar sirvió las copas de ambos con un vino blanco dulce delicioso.

- No y fue lo peor que me pasó en la vida.

- Bueno eso te pasa porque no probaste la mía. - Dejó la botella a un costado.

- Si la tuya es deliciosa, me encanta. - Alec soltó una risa algo vergonzosa y luego lo miro mal por su doble sentido innecesario.- Pero hablando de esto. No se. Lo probare solo porque confío en que no me vas a envenenar.

- No se eh, capaz lo haga. - Alec termino de llenar las copas y levantó la suya buscando brindar.- Por nosotros.

- Ponele - Soltó Magnus levantando la copa mientras reía.- Por nuestro complejo amor y por mas pizza o papas fritas.

- No es complejo. Es sano y sencillo... - Golpe la copa del otro y luego agregó.- Cierta persona lo hace complicado.

- ¿Yo? ¿O estas hablando de tus múltiples personalidades? - Dio un sorbo al vino y luego miró a Alec que lo estaba mirando mientras tomaba también.

Ambos dejaron la copa en silencio sobre la mesa y sin saber muy bien quién fue el primero que hizo el movimiento los dos se pusieron de pie y se tomaron el rostro del otro entre sus manos, besándose erráticamente pero con una pasión que guardaba desde hacía mucho, mucho, mucho tiempo.

Magnus fue el primero en romper el agarre, bajando con sus manos hasta los botones de la camisa de su amante, desde que se había adentrado al departamento que quería arrancársela. Y eso hizo. El sonido de los botones despabiló a un Alec que enseguida ayudó a Magnus a desvestirse el para luego, mas libre, poder desvestirlo a el.

Entre risas y ropas que caían llegaron a la cama donde se tumbaron y una sesión larga, muy larga de besos se dio. Lengua, marcas en el cuello, jadeos, manos entrelazadas. Amor ¿Amor?

- ¿Me vas a hacer el amor? - Preguntó Alec mientras el bailarín le practicaba sexo oral como había mencionado en la cena. Este se separo y lo observó, se acercó hasta su rostro dejando un trazo de besos por su pancita y pecho.

- ¿Queres que lo haga? - Le respondió mientras apoyaba su frente en la suya y lo miraba a los ojos con una seguridad única.

- Si. - Le respondió.

- ¿Y qué hacemos con la comida? - Dijo chistosamente.

- A la mierda la comida... - Dijo a la vez que se fundía en la boca de Magnus. Dejando besos sueltos y otros con lengua, abrazándolo con sus piernas.- PARA! - Dijo de la nada y Magnus lo miró sorprendido.- Acabo de entender lo de, "yo llevo el postre"

- Y si seguís hablando no vas a acabar - Dijo Magnus quien le comía la boca de nuevo entre risas de Alec. Quien tenía una hermosa sonrisa en su rostro.

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