- Luciérnagas - [Gold×Freddy] [FINALIZADA]

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Después de su agradable charla con Springtrap y un rico desayuno, se encontraba en una relajante jornada de tejido acompañado a nueva cuenta de Lilly; quién terminaba los detalles del suerte de la clase pasada; y Nick; que se mostraba orgullo al finalmente haberle dado forma a un gorro de lana rojo. Freddy se había centrado en finalizar su bufanda, agregándole unos extremos dorados que eran bastante lindos en su opinión. Su bufanda era una mezcla de café con azul y el dorado de los bordes, nada particularmente raro, en su opinión. Towntrap apareció por detrás tomando apuntes rápido de la actividad.

— Muy bien chicos, veo que has progresado mucho Nick — Towntrap apunto al susodicho, que hincho el pecho orgulloso, ganándose una mirada profunda de Lilly, que sonrió de medio lado notando que sus consejos para el grandulon si fueron tomados en cuenta, especialmente viendo el bordado en cruz que le enseñó en tejido blanco que resaltaba sobre el rojo —. Me alegra mucho que se la hayan pasado bien, aquello que hicieron se lo pueden llevar mañana antes de irse, preocupen terminar ¿Vale? No es bueno dejar las cosas a medias — se retiró con una amplia sonrisa para, probablemente, ir a supervisar otras actividades y tomar apuntes del progreso.

Freddy exhaló, esa semana fue demasiado corta y apenas había hecho menos de la mitad de las cosas que tenía previstas hacer. Chica probablemente este indispuesta a hablarle por unos tres días por haberle fallado en aquella agenda específica que planeo antes del campamento, pero ya buscaría como compensarla, tal vez le regalaría cupcakes de crema de fresa y ponqué de limón que tanto amaba para buscar ser perdonado. No le gustaba ver a su mejor amiga enojada o tristes por trivialidades.

Se preguntó que hicieron sus amigos en la semana, se sintió muy ausente en sus actividades y casi no compartió con ellos, esperaba que no estuvieran enojados, pero con lo distraído que llegan a ser Foxy y Bonnie, lo desinteresado que es Fred y lo neutral que es Golden dudaba que estuvieran igual de amargados que Chica.

Una vez la coordinadora de tejido anunció que era todo por ese día y que ya mañana temprano acabarían detalles para que se llevaran sus trabajos, Freddy dejo todo en la cesta de paja y se lo entrego, para retirarse. Se encontraba aburrido, ahora que se sentaba sobre una piedra rodeado de alumnos que en su vida había cruzado palabras, todos en sus asuntos. En su mente paso la imagen de Springtrap, segundos antes de ser separados por Foxy, que tenía el entrecejo fruncido al encontrarlos en una animada charla amistosa, evidentemente, Springtrap por más domador de bestias salvajes que fuera, no se salvaría del enojó provocado por los celos de Foxy, aunque con suerte solo acabaria con marcas rojizas en su cuello ¿Apoco creían que Freddy era imbécil y no notaba aquellas inusuales marcas mal escondidas por Foxy? Aún se ríe del día en que Bonnie palmeo con una sonrisa inocente y en sus ojos desbordando malicia la espalda arañada de Foxy, y como el pelirrojo se mordió la lengua evitando soltar alguna queja que le delatará lo que sea que haya hecho el domingo por la noche. Freddy se sonrojo furiosamente dándose una minúscula idea de lo ocurrido, revolvió su cabello con afán sacando con brusquedad esas ideas nada sanas de su mente.

— ¡Freddy, Freddy, Freddy, Freddy, Freddy, Freddy, Freddy, Freddy, Freddy! — se detuvo ante el recurrente llamado, giro la dirección en la que estaba viendo para encontrarse con Bonnie que se lanzó a sus brazos, ocasionando que la fuerza de la gravedad se los lleve abajo. Bonnie tenía sus ojos rojizos destellando en emoción, sujeto las mejillas de Freddy; a quien considera su mejor amigo después de Foxy; apretandolas con emoción e ignorando que están en el suelo en una posición comprometedora y extraña para otros –Bonnie se acomodó sobre el pecho de Freddy y este completamente recostado sobre el pasto–, para exclamar con una enorme sonrisa: — ¡¿Adivina qué?!

— ¿Qué? — pregunto Freddy algo aturdido tras el golpe que lo mando al suelo.

— ¡Cami y yo tendremos una cita! — Bonnie aplastó con más fuerza las mejillas de Freddy, que empezó a balbucear en respuesta a lo que Bonnie le comenta con tanta efusividad. Bonnie, que no entendía nada de lo que Freddy dijo, soltó las regordetas mejillas de su amigo para permitirle hablar.